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Por Félix Edmundo Díaz* / La Mala Palabra

El flamante Jaime Suchlicki, Director del Instituto de Estudios Cubanos y Cubano-Americanos (ICAAS por sus siglas en Inglés), adscripto  a la Universidad de Miami, rebasó la complejísima cirugía a la que fue sometido en una de las dependencias hospitalarias de La Florida, al término de una entrevista que concedía a la Cadena Fox News.

El insigne letrado, al parecer ‘sin queriendo’ se ‘sentó’ sobre uno de los micrófonos largos y se lo ‘tragó’  con pedestal y todo, provocando que comenzase a hablar de ‘tropas cubanas en Siria’, ‘del respaldo de Cuba, en la década de los 70, a la entonces  Unión Soviética en África’ y otras estupideces que hicieron pensar a los periodistas y personal auxiliar que el entrevistado había caído en un coma diabético o se le había movido de lugar el mojón que ocupa en su silla turca de él el espacio de la pituitaria.

Nada de lo anterior es real y les explico:

Cuba no necesita enviar tropas a Siria y menos hacerlo con sigilo, pues la época de jugar a los escondidos pasó, y si, respondiendo a una solicitud del gobierno sirio, Cuba decidiese hacerlo, ello es solo de la incumbencia de los cubanos. Al fin y al cabo, el gobierno de USA está bombardeando en Siria, sin el consentimiento de su gobierno y su pueblo, y  no recuerdo haber leído una sola línea de cuestionamiento del señor Suchlicki.

La gesta africana del pueblo cubano fue para, como dijera Fidel, saldar nuestra deuda con la humanidad y jamás para apoyar a la antigua URSS en sus objetivos, planes o ideas en África, y hay que ser genéticamente mamalo… para afirmar lo contrario; pero si Suchlicki mantiene su duda, que indague sobre lo que el propio Henry Kissinger dijo al respecto: ‘… me equivoqué con Fidel… siempre pensé que los cubanos se querían congraciar con los soviéticos y, de hecho, estaban actuando por decisión propia y en contra de la línea que hubiera seguido, en esos años, la dirigencia soviética…’.

Tampoco es real el atragantamiento por el tracero de Suchlicki ni la operación, algo que, en la práctica, pudo haber sucedido en un país donde un borracho o  un ignorante pueden llegar a ser Mr. President.

Por lo pronto, mantengámonos a la expectativa que ahorita sale otro intelectual o experto en temas cubanos hablando la misma mierda. Nada que, en USA, al parecer es más económico trepanarse el cráneo y llenarlo de recortes del Miami Herald o hacerse una lobotomía con implante de MP3 en el recto pa’ usar la boca de altavoz, que apegarse a la realidad.

*Editor de La Mala Palabra.