Por Iroel Sánchez/La Pupila Insomne
Leyendo el aluvión de publicaciones sobre los migrantes cubanos que, atrapados entre Costa Rica y Nicaragua, intentan llegar a EEUU para acogerse a la Ley de Ajuste Cubano, se extrañan algunas preguntas:
Tratándose de personas que, entregadas a mafias de tráfico humano, pagan miles de dólares por ser trasladados desde Ecuador a través Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, Honduras, Guatemala y México para finalmente cruzar la frontera con EEUU y acogerse a la Ley de la Guerra Fría que privilegia automáticamente como refugiados políticos a quienes proceden de Cuba ¿es casual que lo que era un proceso semiclandestino y muchas veces invisible se haya transformado en una columna de cientos de personas, justo entre dos países con un conflicto fronterizo, a apenas semanas en que el presidente de uno de ellos visite Cuba? Sigue leyendo