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Por Ramón Bernal Godoy*

ciberc2¿Cómo empezar estas líneas si al mismo tiempo quisiera renunciar a este manipulado e intrascendente debate? Fue una de mis primeras interrogantes que mi subconsciente solucionó con otra pregunta: ¿Cómo quedar callado ante un “linchamiento mediático” que intenta destruir la imagen de un periodista y al mismo tiempo dividir a los cubanos con fines politiqueros.

Como ya sabemos, el periodista cubano Randy Alonso califico de “ex cubano” al corredor de 110 metros con vallas, Orlando Ortega. Acto seguido Cibercuba (foto incluida) llamó la atención del hecho y con un carácter tendencioso lo lanzó al ruedo, lo siguiente fue lo habitual, le siguieron El Nuevo Herald, Diario de Cuba y todos los medios representativos de la “libertad de expresión contra Cuba”.

Paralelamente -y confieso que para mi asombro-, muchos cubanos dignos se sintieron ofendidos y se sumaron a una etiqueta y un debate orquestado desde lo oscuro, cual me parece realmente absurdo porque sobrados ejemplos existen de que este país, esta prensa y este Gobierno, no tratan de “excubanos” a sus nacionales emigrados, además de que era evidente que Randy Alonso no seguía ese objetivo al usar dicho calificativo en tan peculiar caso. Me aventuro a decir que su afirmación respondió a la decepción y el provocativo efecto que producen los antecedentes y la actitud del joven atleta y no a una línea de pensamiento del periodista, cual es fácilmente demostrable.

¿Cuántas Mesas Redondas dirigidas por el periodista Randy Alonso han tratado -de un modo u otro- el tema de los emigrados cubanos, cuantos periodistas cubanos radicados en el exterior han sido entrevistados, cuantas reuniones y encuentros de cubanos en el exterior han sido cubiertos y sus resultados analizados, cuantas mesas redondas han debatido la situación del deporte en Cuba y la fuga de talento hacia el deporte profesional? La respuesta es “muchas, muchísimas” ¿y en cuantas de esas ocasiones se ha calificado de “excubanos” a nuestros emigrados? La respuesta es “en ninguna”.

La relación de Cuba con su emigración es transparente desde el momento en que el potencial migratorio dejo de estar formado por batistianos, asesinos, delincuentes y toda aquella diáspora que emigró después del triunfo de la revolución y en los años siguientes. Según datos publicados por la pupila insomne “Los cubanos residentes en el exterior constituyen aproximadamente el 12.5 % de la población cubana (1.4 millones sobre una población de 11,2 millones). Cerca del 85.7% vive en Estados Unidos. “En los consulados de las representaciones cubanas están inscritos 1 185 128 cubanos. En 2011 más de 400 000 visitaron Cuba y más del doble mantienen un vínculo estable con el país donde nacieron. En los últimos 20 años el 99,6% de los cubanos que solicitaron salir del país lo hicieron y la inmensa mayoría de los que salieron temporalmente regresaron en los primeros 30 días.”

Por tanto el “sin sentido” de este debate sobre “excubanos o no” para mi queda muy claro. Jamás en este país se ha tratado de excubanos a personas nacionales de la isla, la nacionalidad no se pierde ni modifica, es sencillamente tu lugar de origen, otra cosa es la ciudadanía que entra ya en limbos legales y se interpreta según las las leyes de cada país. Cubano es el mayor terrorista de nuestro hemisferio, Posada Carriles, y tenemos que vivir con ello, cubanos son muchos emigrados que han apoyado planes subversivos y agresiones contra su país natal y tenemos que vivir con ello, cubanos son el grupo de personas que desde nuestra bendita isla reciben un salario de la potencia extranjera para pedir más bloqueo, más injerencia e incluso pedir a gritos que este país sea invadido militarmente, y tenemos que vivir con ello… y cubano es ciertamente el señor Ortega, pero que clase de cubano este que traiciona a su delegación y las expectativas de su pueblo en el Campeonato Mundial de Atletismo de Moscú en 2013? O que renuncia a portar una bandera que simboliza tantas pero tantas cosas que no cabe en el pecho de un ser humano describir, que no agradece a este pueblo trabajador de cuyo sudor salieron los recursos que le permitieron convertirse en un deportista de alto rendimiento y hacer cumplir sus metas personales? ¿Realmente se siente Ortega cubano? He visto corredores africanos dar la vuelta olímpica abrazados a dos banderas, he visto deportistas cubanos que aun siendo multimillonarios anhelan vestir el uniforme de las cuatro letras y no olvidan el apoyo y el calor del pueblo que los hizo grandes.

Para los tendenciosos que se aventuran a defender el llanto de Ortega, en darle legitimidad victimizándolo por supuestos maltratos recibidos en Cuba. ¡Infamia! ¡Una y mil veces infamia! Ortega era un corredor de 21 años, nacido en la localidad de Artemisa, tercero en el ranking mundial de su especialidad gracias a su esfuerzo y a las facilidades y entrenamientos que recibía en Cuba, sancionado justamente por renunciar a participar en el “World Challenge de Moscú”, competencia para la cual estaba confirmado por la Federación Cubana de Atletismo (FCA) pero que cambio por correr en circuitos privados mejor remunerados, restituido al equipo nacional meses después aprovechó el Mundial para abandonar al resto de los cubanos.

Ser cubano no te hace un buen ser humano, ser cubano no te hace automáticamente digno. No se siente orgullo de todos los cubanos y no estoy hablando de la orientación política, esa puede ser distinta, pero la actitud ante la vida, la solidaridad, el patriotismo, los valores humanos, el espíritu de lucha y la dignidad que nos viene en sangre por los hilos conductores de Mariana Grajales y la pluma de Perucho Figueredo se demuestran en cada paso y se traicionan cuando bombardeas tu suelo, cuando pides bloqueo a cambio de dinero y también cuando rechazas tu bandera.

PD: A Cibercuba, El Nuevo Herald, Diario de Cuba y demás vagones de ese tren, les invito a que cuando reseñen las medallas de Julio Cesar la Cruz y Arlen López dejen claro que ambos se las dedicaron públicamente al Comandante en Jefe Fidel Castro, y no solo ante las cámaras del NTV cubano, sino ante cámaras del mundo entero, allí, en Río 2016.

*Comentario realizado al artículo de Iroel Sánchez «Disparen a Randy: Todo muy espontáneo» publicado en el blog La Pupila Insomne.