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El Duende/ Radio Miami

crEs tristemente lamentable la imagen que proyecta ante el mundo- porque en Cuba nadie les  hace caso- eso que la prensa Cloaca  de  Miami –televisión, radio y  el Miami Herald en Español- ha dado en bautizar como  la “oposición Disidente cubana”.

No es  sólo que sean mediocres, incultos y oportunistas  de toda  laya  al servicio de  una nación extrajera que les paga  por  sus servicios contra su patria, sino que además ni siquiera se sonrojan de vergüenza cuando alguien les  saca en cara que todo lo que hacen de escándalo para el exterior de la  isla es propaganda sucia  contra su país,   a cambio del pago  de  las clásicas treinta monedas de  Judas.

Da lo  mismo que  sea un “Camaján”  Elizardo, que  un “Coco Prieto” pasado por  agua, un “Corre ve y  dile” sobrino de un General,  que una “Berta Solar”, un  tal Ferrer “empaquetado por la Fundación de Mas Santos, que   un “Macho Rico” consorte de  triste historia, porque  todos  ellos viven sin recato alguno  del dinero que les paga un gobierno extranjero. Y que no me diga que miento porque hasta ellos  mismos tienen el descoco de admitir públicamente  que se  le  paga por  su labor mercenaria.

Habría que  inventar  una oposición más seria  porque esta  que hay en Cuba no sirve para otra cosa  que  para vivir del cuento. Me dicen de muy buena tinta que en eso andan ahora  los  americanos, un tanto cansados  ya de que les tomen el dinero y el pelo, o las dos cosas  a la vez.

Ninguna mejor referencia a ese tipo de despreciable conducta que lo que dijo Eduardo  Chibás en un artículo que con el título de “Hacia dónde va Cuba”, publicado en la edición Bodas de Plata de la revista Bohemia en el año 1934,  en medio de la  convulsión revolucionaria que se vivía en la Cuba  de  esa época. Era una franca alusión a los que en busca de dádivas mercenarias iban a la Embajada de Estados Unidos a solicitar apoyo para sus ambiciones bastardas.

Dijo Chibás entonces : “Prefiero al Coronel Jiménez, porrista del dictador Machado, muriendo balaceado con una pistola en la mano, antes que aquel que visita la embajada americana mendigando servilmente protección para combatir el gobierno de su país. Esos son traidores de la peor especie.

En los países de fuerte tradición nacional se les desprecia y se les fusila por la espalda.” Sus palabras de entonces parecen dirigidas a los que todavía hoy repiten actitud tan deleznable. Pero creo  que con  estos  pedigüeños  picadores no hay que ser tan drásticos como reclamaba Eduardo Chibás.  Para mí como Duende  generoso que soy, digo que con  una sonora  trompetilla  basta.

Y hasta mañana amigos de El Duende que con mi gallo me voy cantando a mi tumba fría. Bambarambay.