Etiquetas
Cartas desde Cuba, Cuba, El Toque, Fernando Ravsberg, Medios de Comunicación, OnCuba, Progreso Semanal

Refiriéndose a los que él llama “los extremistas” ha publicado: “Bloquearon La Joven Cuba, acusan de “trabajo enemigo” a OnCuba y Progreso Semanal y arremeten contra los blogs de periodistas nacionales y extranjeros, sacándolos de las plataformas locales, dejándolos sin trabajo o pidiendo que se les expulse del país”.
“Temen que sigamos desarrollando un periodismo diferente, un periodismo responsable, serio, veraz, oportuno, atractivo, crítico y elogioso a la vez. Hecho desde y para Cuba, construido mayormente por jóvenes cubanos, muchos de ellos sin apenas recursos económicos”.
Para él y los que lo adoran como un Dios del periodismo contemporáneo, lo dejo bien claro: si para ver buen periodismo cubano, “hecho desde y para Cuba”, tenemos que coquetear con OnCuba, Progreso Semanal, Cartas desde Cuba, El Toque, y muchos otros mal llamados “medios alternativos” que solo ven nuestras manchas, prefiero la actual prensa cubana, dándole un par de cocotazos a los que no saben nada de periodismo pero están ahí, a los que inmediatamente mandaría a superar y sobre todo, abriría muchas más puertas a la gente que sí tiene talento y por temores, siguen a la sombra. Y los primeros, que sigan disputándose a los muchos lectores que, según ellos mismos afirman, se han ganado con su credibilidad.
Aplicaría a la prensa cubana, de una vez por todas, el concepto de Revolución de nuestro Fidel para cambiar todo lo que debe ser cambiado y despojarnos de tantos cuestionamientos, vengan de donde vengan, que impiden que la Cuba de las calles sea la que tenga espacio en la prensa, sin triunfalismos desmedidos, ni apocalípticos años por venir en que todo lo que hace la Revolución es para sostenerse en el poder como pretenden posicionar nuestros enemigos.
Por suerte soy apenas un profesor universitario que tiene la posibilidad de escribir en su propio blog y emitir valoraciones de lo que hoy tiene caliente a muchas redes. Ah, y también lo hago sin disponer de recursos económicos, más que los que mi Universidad, fruto de la Revolución, es capaz de proveerme.
Quizás si los que siguen viendo a Ravsberg y sus discípulos como salvadores de la prensa en Cuba terminaran “ganando” esta ridícula pelea mediática por espacios digitales, comenzaría a pensármelo dos veces antes de poner mi cabeza en la almohada.
Esos son los temores que sí me quitan el sueño.
Pingback: Los temores que sí me quitan el sueño #Cuba — Santiago Arde | Juventud Matancera
Me disculpa Luis Ernesto pero donde no hay competencia no hay desarrollo, y en Cuba eso falta entre esos que usted menciona abogan por el llamado periodismo revolucionario, arcaico y obsoleto, que sólo responde a intereses a afines.
Deja la muela parlanchin, en Cuba no hay prensa, hay un aparato propagandistico dedicado al culto a la personalidad de los caudillos y a resaltar con triunfalismo lo poco que les sale bien. Prensa abyecta y servile al poder no es prensa, es su antithesis.