Por Giordan Rodríguez Milanés
Fidel Castro dijo en Sudáfrica, y cito: “Si ustedes pudieron lograrlo, todos nosotros podemos lograrlo”. Más allá de las palabras, las palabras mismas resumían el enorme mérito de Nelson Mandela. No he sido muy dado a los políticos, por esa tendencia de ellos a manifestarse según: ¨donde dije digo, digo diego¨. Pero Mandela fue más que un político –en la denotación tradicional de la palabra-, fue un hombre de amor y conciliación para su humanidad sudafricana, y para la Humanidad toda.
Los sistemas mágicos-religiosos que heredamos de los africanos, nos enseñan que La Humanidad es el –o son los- ser –o seres- humanos que están a nuestro alcance, y que podemos ayudar con nuestra virtud.
Varias veces he visto la película Invictus, dirigida por Clint Eastwood y protagonizada –en el papel de Mandela- por Morgan Freeman. El filme a uno lo conecta con la grandeza de Mandela quien supera los 27 años de prisión, los sufrimientos personales y familiares debido a sus luchas en contra del Apartheid, el comprensible odio acumulado por los negros contra sus represores, las diferencias entre unos y otros en términos antropológicos y sociales; e inicia la reconstrucción y la reconciliación de un país herido en sus esencias debido a una anterior política de exclusión y genocidio.
“Si ustedes pudieron lograrlo, todos nosotros podemos lograrlo”, dijo Fidel en Sudáfrica. Quiero creer que no se refería sólo al hecho de que los negros hubieran derrotado un régimen ignominioso como el aparheid, sino además al logro supremo –de Mandela y su pueblo- de aprender a convivir a pesar de diferencias antropológicas, que son verdaderas diferencias, aún mayores que las seudo-diferencias manipuladas, y estimuladas desde los centros de poder imperialistas, por algunos pretendidos líderes políticos en las circunstancias de nuestro país.
En un post en Facebook de José Daniel Ferrer, lidercillo de una organización opositora al gobierno cubano, éste nos cuenta que: Sigue leyendo →
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