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#TenemosMemoria, 30 de julio, Cuba, Frank País García, Historia, Santiago de Cuba, Social
Por Yuzdanis Vicet Gómez*
El legado de un héroe es de gran valor para su pueblo cuando generaciones enteras ponen en práctica sus ideas e inculcan a los jóvenes los valores y la grandeza que inmortalizaron su obra.
En Santiago de Cuba podemos citar decenas de ejemplos desde las luchas independentistas, la clandestinidad o en la Sierra Maestra, que son dignos de ser seguidos por los que hoy habitamos esta tierra, sin embargo, uno tiene especial significación; se trata del joven que en apenas 23 años pudo mostrar cuanto se puede hacer por la patria.
“¡Qué bárbaros, los cazaron en la calle cobardemente, valiéndose de las ventajas que disfrutan para perseguir a un luchador clandestino! ¡Qué monstruos, no saben la inteligencia, el carácter, la integridad que han asesinado!…” así expresó Fidel la indignación al conocer la muerte de Frank País García, el 30 de julio de 1957.
A 60 años de que la ignominia del tirano batistiano llegara a su clímax con el asesinato del joven luchador, la presencia de Frank se observa en diversos sitios de la ciudad; en carteles bustos, estatuas, o el nombre de alguna institución, docente o de salud.
La juventud y alegría en su rostro, la claridad de su mirada y lo simbólico de su nombre, nos recuerdan que somos parte de su obra y que honrarla es el mayor tributo visible que podemos brindar, el otro no es captado en fotografías porque se guarda en el corazón.
*Periódico Sierra Maestra