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#MercenariasUSA, #Mercenarios, #UNPACU, José Daniel Ferrer, Ley Helms-Burton, Relaciones EEUU-Cuba
Por Alfredo Bastelleros*
Muchos no sabrán de quien hablo y los entiendo, otros, quizás hayan oído de su escalafón de equivocaciones y tolerancia para con él, o lo habrán escuchado y visto alentando a una guerra interna, enseñando un arma como en la foto. Es alguien a quien nosotros mismos, los que amamos a Cuba con avances y estancamientos a veces mentales, nos hemos encargado de hacer popular y ni así lo logra.
No es carismático, ni con talento alguno, al menos no tiene el de comunicar y unir. Lo he visto (youtube) en zonas rurales, en su fracasado intento de periodismo, entrevistar a personas que denuncian un supuesto problema. Le importa únicamente que el «videito» lleve el sello de la Unpacu y que le den muchos likes los pocos que como él sueñan con la anexión americana o lo que es peor, reciben dólares de Estados Unidos para intentar vender la isla, mantenerse motivados y esperanzados en el cambio que plantea el título II de la Helms Burton sobre transición política en Cuba, pero que en nuestra Constitución, ni convicción tiene argumento legal ni moral, menos el título III. Para que este último sea aplicable, primero, debiera cumplirse con el II.
José Daniel pone una cámara o un celular frente a alguien en algunas de nuestras lomas heroicas y les graba sus necesidades, opiniones… no para sensibilizarse, sino para disfrutar de ellas, ya que es el ardid que usa para atacar al gobierno imperfecto, pero el que la mayoría de cubanos aprobamos y defendemos. José Daniel defiende el salario, no le preocupan sus semejantes.
Quiénes pertenecen a la autodenominada Unpacu, «por sus frutos los conoceréis» personas que necesitan estar ahí para tildarse de presos políticos, cuando la mayoría, tienen detrás un rosario de delitos comunes, quienes no quieren trabajar con el Estado ni por cuenta propia y necesitan desde el absurdo, la pseudo-inmolación, recibir el dinerito que por «misericordia» mandan desde el «Paraíso».
Ser el «líder» de la Unpacu no ofrece posición social alguna, una falsa organización desconocida constitucional y socialmente. Tirar piedras desde Santiago de Cuba y de vez en cuando aparecer en sus redes sociales «denunciando» problemas conocidos, que hasta el mismo Presidente de la República comunica y reconoce, no lo hace un líder, sino un asalariado que trabaja para cobrar.
Que pensamiento político, que convicciones patrias defiende José Daniel Ferrer cuando fue uno junto a la Unpacu que estuvo en total desacuerdo del acercamiento entre Cuba y Estados Unidos, cuando los Presidentes Raúl Castro y Obama apostaban por ello. A cada rato se le da un escándalo y por la protección sabrá Dios de quien, sale absuelto. Uno de los últimos fue el atropello, mientras conducía, a un ciudadano. Andaba por ahí haciendo sus campañas, reclutando personas, quizás iba molesto al ver que nadie con moral, dignidad, posición de respeto, escuchaba su llamado.
Si aún no saben quién es José Daniel Ferrer, pueden buscar información al respecto o dejarlo en el anonimato total. Solo por su falta de coherencia entre discurso y acción no es merecedor ni de escuchar lo que dice. La enorme mayoría de la Unpacu están detrás del boleto para partir hacia Estados Unidos, el único que se decía miembro de ella en Contramaestre ya debe de haber llegado después de largas travesías latinoamericanas. Eso es la Unpacu, que hasta el nombre suena rancio.
A cada rato escucho hablar de José Daniel, esto y lo otro. Entonces mi pregunta es una sola ¿Hasta cuándo José Daniel y la dichosa Unpacu?.
Ahí también texto de Giordan Rodríguez Milanés: «José Daniel no votaría por ti ni en las elecciones del infierno». Yo, ni resucitando.
*Publicado en su perfil en Facebook
Reblogueó esto en LA MALA PALABRAy comentado:
A este habría que ver si le alcanzan los coj…. pa’ coger un arma y «de verdad» lanzarse a cambiar lo que nadie ha logrado ni logrará jamás. #CybaEsSocialista y #SomosContinuidad. ¡Al que no le guste que se mude!
Este tipejo, otros como él y estas organizaciones eran desconocidas hasta que nos abrieron Internet, sobre todo mediante los datos móviles. Yo creo que, independientemente del acceso a «todo» se le está dando popularidad a esta chusma, a esta escoria, con el solo hecho de enfrentarse a sus patrañas. Esperemos que tiren una piedra y se la devolvemos pintada con nuestros colores, pero mientras, déjenlos podrirse en su cloaca.