Con el fin de organizar el inicio de sus actividades docentes, la Universidad de Oriente ha concebido, en una primera fase a partir del 1ro de septiembre, cerrar el curso 2019-2020, que quedó interrumpido como consecuencia de la aparición de la COVID-19 en Cuba.
El período docente de recuperación tendrá un alcance de 12 semanas, que comprenden desde el próximo martes 1ro de septiembre hasta el 21 de noviembre.
Con el objetivo de garantizar las medidas de distanciamiento social, se ha distribuido la docencia en tres grupos. Cada uno de ellos trabajará determinada cantidad de semanas, hasta la fecha dispuesta.
Una vez incorporados, las facultades y Centros Universitarios Municipales (CUM) informarán sobre la planificación del proceso de escalonamiento, la distribución de la docencia por sesiones y lo concerniente a los exámenes.
En cuanto a los cursos por Encuentro y Enseñanza Distancia fueron ajustados los horarios sabatinos (de semanal a quincenal), lo que significa cuatro encuentros presenciales en las ocho semanas de docencia, con prioridad para los grupos de matrícula provincial.
La mambisa Universidad de Oriente se reorganiza, garantizando el avance hacia el futuro de sus estudiantes; y respetando las necesarias medidas de prevención contra de la COVID-19.
Con el objetivo de garantizar las medidas de distanciamiento social, se ha distribuido la docencia en tres grupos.
Con el objetivo de garantizar las medidas de distanciamiento social, se ha distribuido la docencia en tres grupos.
Con el objetivo de garantizar las medidas de distanciamiento social, se ha distribuido la docencia en tres grupos.
A las 48 horas de vacunados los primeros 20 sujetos del Ensayo Clínico del candidato vacunal anti SARS-CoV- 2 FINLAY-FR-1, se encuentran en perfecto estado de salud, informó este miércoles el Centro Coordinador. La nota informativa No. 1 del 2020 del Ensayo Clínico SOBERANA 01señala que el único efecto adverso registrado fue de dolor leve en el lugar de la inyección, lo cual es un efecto secundario, común para todas las vacunas.
El primer reporte de seguridad será entregado el lunes 31 de agosto a las autoridades del Centro para el Control Estatal de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos, refirió el comunicado difundido en la web del Instituto Finlay de Vacunas, centro líder del proyecto. Posteriormente, se iniciará el ensayo con el resto de los sujetos previstos, pertenecientes al grupo etario entre 60-80 años de edad.
Hasta el momento, se cumple con el cronograma previsto en este ensayo clínico, donde se evalúa la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad en adultos saludables de 19 a 80 años de edad. Cuba es uno de los primeros 14 países que logran el avance de un candidato vacunal contra la COVID-19 hasta la fase de ensayos clínicos.
Nota informativa No1/2020 – Ensayo Clínico Soberana 01
Por: Carlos Gonce Socías/ Tomado del Sierra Maestra
Linieros y otros técnicos trabajan constantemente para restablecer los daños causados por la tormenta tropical Laura en el sistema de transmisión eléctrica, principalmente en las líneas primarias y secundarias, sobre todo en el municipio Guamá, que fue el más afectado. Ya se ha llegado al total de las redes reportadas, que son múltiples en todos los municipios de la provincia, pero los trabajos aún pueden demorar más de 24 horas, y afecta la disponibilidad de recursos para sustituir lo dañado, que en muchos casos es preciso recuperar, según explicó Leonel Ruiz Carrión, director general de la Empresa Eléctrica en Santiago de Cuba. Estas labores cobran mayor importancia porque la falta de electricidad impide la producción de alimentos, como el pan, y el bombeo de agua, imprescindible por lo abrupto del relieve de la provincia. En reunión del Consejo de Defensa Provincial (CDP) se informó que la evaluación y certificación de los daños se extenderá hasta el próximo día 30 de agosto, pero de manera preliminar se conoció que la vivienda ha contabilizado 265 casos hasta la fecha, de ellos 2 derrumbes totales, 27 parciales, 50 hogares que perdieron sus techos completos, y 186 en parte. Los territorios más dañados en sus edificaciones son, hasta el momento, Guamá, Santiago de Cuba y Tercer Frente. Hasta esta información no se reportaban viviendas en San Luis. En la ciudad santiaguera se averiaron 26 escuelas, 7 de las mismas por la caída de árboles, aunque pueden recuperarse antes del inicio de curso, según explicó Yaneidis Hechavarria, presidenta de la Asamblea Municipal del Poder Popular. En las arterias principales y otras vías cayeron más de 120 árboles, cuyos restos se terminan de recoger en estos momentos, y las 14 familias afectadas por el incendio de la madrugada del 24 reciben atenciones, y se estudia la solución habitacional de cada caso. El total de evacuados por las lluvias regresan a sus hogares, y la dirección de Recursos Hidráulicos puntualizó que, como efecto positivo de las precipitaciones, los 11 embalses con que cuentan han acumulado unos 90 millones de metros cúbicos de agua y 5 de ellos vierten en estos momentos.
Por: Yuzdanis Vicet/ Periodista del Sierra Maestra
En esta tierra hospitalaria, rebelde y heróica; en la infatigable #SantiagodeCuba hay un pueblo que trabaja, y con su labor diaria crea y funda; hay hombres y mujeres que más allá de reducirse a conservar lo alcanzado decidieron continuar desarrollando su provincia, embelleciendo y actualizando su capital de 505 años que emana «luz que ilumina y salva».Hoy Santiago es referente para Oriente y para Cuba, el pueblo indómito está respondiendo a la confianza y el compromiso que implica contar con las últimas moradas de Céspedes, Mariana, Martí y Fidel.Sin embargo, solapados entre tantos valientes y viviendo de las virtudes de Santiago de Cuba, también hay quienes prefieren venderse al mayor postor, renunciar a la autodeterminación y vivir buscando lo perfectible de la sociedad para resaltarlo como deficiencia del sitema.Esos malos cubanos se hacen llamar «Unión Patriótica de Cuba» UNPACU, pero no unen a nadie y no defienden patria alguna, son apenas, mercenarios baratos, lacayos del que les deja caer las migajas y se vanagloria de ser el perro mayor, «El Jefe» o más bien el oportunista mejor ubicado en este negocio, José Daniel Ferrer García.Para los santiagueros que cada día nos levantamos a trabajar, a crear ganancias y agregar valor a las cosas, que UNPACU este aquí es como un reto, uno más entre tantos que nos han puesto y que hemos cumplido unidos e indomables, Cuba puede estar segura de que esta tierra no es fértil para semejantes personas que se empeñan en ver no más que manchas bajo el mismo sol que los ilumina.
Por: Leticia Martínez Hernández/Sitio de la Presidencia
En un encuentro del Presidente Díaz-Canel con los científicos y expertos que trabajan directamente en el enfrentamiento a la COVID-19, se presentó de manera oficial la estrategia de desarrollo de Soberana, el primer candidato vacunal cubano con autorización para los ensayos clínicos, que comenzarán el próximo 24 de agosto.
Estudios Revolución
La estrategia para el desarrollo de Soberana, el primer candidato vacunal cubano contra la COVID-19 con autorización para empezar los ensayos clínicos, fue presentada de manera oficial este miércoles en el Palacio de la Revolución, durante un encuentro del Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, con los científicos y expertos que han trabajado directamente en el enfrentamiento a la epidemia.
Al hacer una exhaustiva explicación, el director general del Instituto Finlay de Vacunas, Vicente Vérez Bencomo, líder del proyecto, explicó que el estudio cuenta ya con la autorización del CECMED, la autoridad reguladora de Medicamentos, Equipos y Dispositivos Médicos de la República, y el próximo 24 de agosto comenzarán los ensayos clínicos.
Este candidato vacunal, aseguró el investigador, presenta bajos riesgos, pocas incertidumbres y alentadores resultados en la fase preclínica. Los lotes experimentales indujeron altos títulos de anticuerpos anti-RBD en ratones y conejos; y partir de esos indicadores, el 28 de julio pasado Soberana fue probada por vez primera en humanos, precisamente en tres de sus investigadores, que en una evaluación inicial también presentaron una alta respuesta inmune. En estos momentos están a la espera de los resultados de la segunda dosis del candidato vacunal.
Vérez Bencomo comentó que el estudio en fase uno y dos es aleatorizado, controlado, adaptativo y multicéntrico, para evaluar la seguridad, reactogenicidad e inmunogenicidad del candidato vacunal profiláctico contra el SARS-CoV- 2, en un esquema de dos dosis.
En un primer momento, fijado para el 24 de agosto, se administrará la vacuna a 20 personas entre 19 y 59 años; y una semana después la recibirán otras 20, en edades comprendidas entre 60 y 80 años. A partir del 11 de septiembre se ha planificado la segunda fase, en la cual se completará la muestra total de 676 personas voluntarias.
En este tremendo esfuerzo – que marcó un punto de giro el 19 de mayo cuando el Presidente Díaz-Canel convocó a los investigadores a lograr «nuestra vacuna para tener soberanía» – han trabajado especialistas de diversas instituciones, entre ellas el Centro de Inmunología Molecular y la Universidad de La Habana. Lo que normalmente se hace en años, apuntó Vérez Bencomo, se ha logrado en poco menos de tres meses, gracias a la consagración y la unidad de los investigadores cubanos.
El líder de este importante proyecto, que devuelve esperanzas, genera confianza y un profundo orgullo nacional en medio de la compleja situación que vive el mundo ante la COVID-19, subrayó que esto no puede ser motivo para relajar ninguna de las medidas que ha tomado el país para enfrentar con éxito la epidemia.
Se trata de corresponder todo ese esfuerzo colosal con la disciplina de la población. Los resultados del estudio del candidato vacunal no estarán listos hasta enero del 2021, por lo cual el camino hasta el logro de Soberana llevará varios meses.
El director general del Instituto Finlay de Vacunas destacó que la principal fuente de inspiración fue el Comandante en Jefe, Fidel Castro Ruz, «el impaciente mayor, el que nos enseñó a mirar al futuro, a soñar, y salir dispuestos a conquistarlo, al precio que fuese necesario».
Al respecto de este logro enaltecedor de la ciencia cubana, el Presidente Díaz-Canel significó que «el nombre de la vacuna recoge el sentimiento de patriotismo y de compromiso revolucionario y humanista con que se ha trabajado, y también el compromiso con lo fundacional, y cuando hablamos de fundacional, estamos hablando del Comandante en Jefe».
El mandatario se refirió a las soluciones creativas de nuestros científicos que expresan una gran sabiduría. Eso tiene que ver, comentó, con la historia y la experiencia de la industria biofarmacéutica cubana.
Se ha llegado a la vacuna con prudencia, con mesura, sin alardes, consideró el mandatario, llevando los pasos que se tenían que dar y por eso se registró primero como era debido y las primeras informaciones las estarán dando en profundidad sus protagonistas. Al respecto, confirmó que en el programa televisivo de la Mesa Redonda de este jueves se darán todos los detalles, precisamente en voz de sus creadores.
Nuestro pueblo, alertó Díaz-Canel, tiene que entender que es un camino que abre esperanzas, pero todavía es largo, de meses, de rigor en el ensayo clínico en cada una de sus fases y, por lo tanto, hay que exigir más responsabilidad social para evitar rebrotes de la COVID-19 y llegar al resultado final de la vacuna en una mejor situación epidemiológica.
“Hazañas como estas de nuestra ciencia son de las cosas que a uno le reafirma cada vez más el orgullo de ser cubanos”, sentenció.
En esta importante reunión – donde además se presentaron dos nuevos medicamentos cubanos para enfrentar la COVID-19: el Nasalferón y el CIGB 325, también con alentadores resultados en sus ensayos clínicos – el Presidente de la República señaló que se consolida el concepto de que se ha trabajado en un modelo de gestión para la innovación, enfrentando una situación compleja.
Esa consolidación nos va abriendo caminos de cómo el país debe ir extrapolando esta experiencia a otros campos del conocimiento y de la producción y los servicios. «Que la innovación se siga convirtiendo en un paradigma mayor, en un pilar más importante dentro de la estrategia económica y social del país”, concluyó, poco antes de continuar la agenda del día con el chequeo del Grupo Temporal del Trabajo del Gobierno a la situación epidemiológica del país.
Las doctoras Marbelis, Marlene y Lisandra enfrentaron la Covid-19 desde la zona roja del Hospital Militar Joaquín Castillo Duany, el centro que acogió a los casos confirmados de Guantánamo, Santiago de Cuba y Granma, desde el inicio de la epidemia.
“El 12 de marzo recibimos el primer paciente. Para mí, como oficial y médica, los sacrificios forman parte del día a día, pero esa situación exigía mucho más de lo que normalmente hacemos. Nos enseñó a organizarnos más, a trabajar para erradicar las deficiencias, a luchar más por el ser humano… fue una experiencia única.
“Y siempre digo que nuestros resultados son también obra de Fidel por su legado en la Salud, en el desarrollo científico y en la organización de la sociedad. El Comandante nos enseñó a prepararnos para cada batalla; y gracias a eso Santiago de Cuba ha tenido muy buenos resultados”, aseguró la Mayor Marbelis Suárez Castañeda, especialista en Psiquiatría, integrante de la primera brigada que atendió a personas infectadas con SARS-COV-2 en la institución.
La doctora Mayor Marlene Fong Ocejo, fue la jefa de Cuidados Intensivos de la tercera brigada y estuvo 48 días en zona roja. Recientemente recibió el Sello conmemorativo 60 Aniversario de la FMC por la meritoria labor desempeñada en aquellas jornadas.
“Nos enfrentamos a una enfermedad nueva con mucho temor, pero estábamos allí para hacer nuestro trabajo con la misma premisa con que lo hacemos a diario: salvar vidas.
“Uno de los pacientes que más nos impactó fue el chofer de transporte público, con el que enfrentamos situaciones duras. En ocasiones estuvimos hasta 48 horas sin dormir para poder afrontar todas las complicaciones que presentaba.
“Era un paciente hipertenso, con distrés respiratorio muy severo: había que ponerlo en una ventilación prono (bocabajo), y era difícil moverlo por su obesidad… casi todas éramos mujeres.
“Su recuperación es fruto del trabajo en equipo; nuestra mayor fortaleza fue la unión del colectivo y del análisis que hacían los expertos que estaban fuera, y nos daban ideas…”, recordó la doctora.
Una niña de tres años en casa y el deseo de regresar sana después del deber cumplido, alentaban cada paso de la Teniente Lisandra Téllez Palacios cuando entró a la zona roja.
“Estábamos trabajando aquí, como de costumbre, y nos avisaron que íbamos a recibir el primer caso confirmado. No era una sorpresa, en realidad nos preparamos para eso, pero para mí fue impactante.
“Llamé a mi mamá y le dije que iba a entrar ‘a la Covid’ y recibí su apoyo;cuidó a mi hija todo el tiempo que estuve en el Hospital y en Villa Turquino, que fue el centro de aislamiento donde guardábamos cuarentena cada vez que salíamos del servicio.
“En lo profesional fue una experiencia enriquecedora porque aprendimos mucho; y en lo personal fue difícil. Cuando estábamos en Villa Turquino contábamos los días con el temor de que aparecieran los síntomas de la enfermedad, pero nadie contrajo el virus porque fuimos muy disciplinados. Ojalá no haga falta, pero estamos preparados para volver a enfrentar a la Covid”, dijo la especialista en Medicina Interna.
Las que ofrecen el corazón cuando parece que todo puede perderse no van por la vida ostentando méritos, sino guardando para sí los quebrantos del sacrificio; no anuncian sus aciertos ni buscan aplausos. Así andan por esta ciudad, por este país, las que crean, fundan y aman.
Uno las reconoce en cualquier sitio porque hay respeto y admiración en torno a su talento y los otros las señalan si hay que hablar de los mejores. Fue así como Marbelis, Marlene y Lisandra se convirtieron en protagonistas de estas líneas.
El 2020 pasará a la historia de la humanidad como el año en que una enfermedad desconocida cobró cientos de miles de vidas.
A estas santiagueras, como a tantas cubanas, les quedará la satisfacción de haberse batido cara a cara con la muerte, y salir vencedoras en casi todas las batallas.
Por: Carlos Gonce/ Tomado del blog Puntos de Vista
Virgen de la Caridad del Cobre. Foto: Ladyrene Pérez/Cubadebate.
Yo nunca he sido practicante activo de religión alguna.
De muy niño asistí al catecismo católico e hice la primera comunión.
También me acostumbré a ver las imágenes de Santa Barbara con su espada de bronce y de San Lázaro con sus muletas y sus perros a las que mi abuela mantenía con agua y otras ofrendas.
El Shangó de mi tía siempre estuvo tras la puerta, mientras su hermana, a la mesa y con vistosos collares multicolores le echaba las cartas a una amiga para leerle la buenaventura.
Mi bisabuelo árabe nunca me habló de Mahoma, pero mi bisabuela, una india Chiricana, me hacía historias de las deidades de la naturaleza, aunque ella misma se confesaba católica.
Yo, que he leído varias veces la Biblia, entera y por partes, también el Corán y el Popol Vuh, vivo en un país donde los babalaos, los obispos, los pastores y los imanes se encuentran con representantes del gobierno para hablar del bienestar de todos.
He estado con frecuencia en el Santuario de la Virgen de la Caridad del Cobre, mulata, mabisa, libertadora y Patrona de Cuba, y en la Santa Basílica Metropolitana Iglesia Catedral, que está junto al Parque de Céspedes hace ya 505 años, y siempre me sobrecoge el ambiente particular de esos templos.
Vivo precisamente la isla que visitaron tres Papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco, y llamaron a la concordia, la unidad y hasta alguno llegó a pronunciarse contra la hostilidad estadounidense.
Por cierto, el Papa Francisco y el Patriarca Kirill de Moscú y de toda Rusia, en un encuentro único, primero en mil años, y calificado como histórico, conversaron precisamente en mi país, al que calificaron en su declaración como símbolo de esperanza del Nuevo Mundo.
Aquí creer o no creer hoy es una cuestión particular.
Por eso, usar la religión como herramienta política aquí es bajo y ofensivo para los verdaderos creyentes, practicantes de esas religiones. Esos con los que me enorgullece compartir cada día el trabajo por un mundo mejor, como el que buscan todos los credos, y que es posible.
Palabras del Reverendo Joel Ortega Dopica ante la nueva y ofensiva campaña de la llamada “activista” Rosa María Payá y su proyecto “Cuba Decide” que pretenden vincular a las iglesias cubanas con intereses serviles a la actual administración del gobierno de los Estados Unidos.
La Habana 12 de Agosto de 2020
“Unidos y Unidas para Servir”
Las iglesias cubanas, no nos prestamos a la manipulación de falsos intereses, que nada tienen que ver con el espíritu y la vivencia del Reino de Dios, y del puro y verdadero Evangelio de Cristo que nos enseña a vivir en solidaridad, en igualdad y amor; buscando siempre el bien y lo mejor para todos y todas en nuestra sociedad.
El evangelio no busca divisiones, confrontaciones, ni privilegios. (“Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; … y repartían a todos según la necesidad de cada uno… y partiendo el pan en las casas comían juntos con alegría y sencillez de corazón.” Hechos 2:44-46)
Tampoco nos prestamos a relacionarnos con personas y organizaciones manipuladoras y con intereses serviles a la actual administración del gobierno de los Estados Unidos que, a través del bloqueo genocida y de guerras mediáticas y de toda clase, que llenas de calumnias y mentiras; pretenden destruir la felicidad y la paz de todo un pueblo.
Las Iglesias cubanas siempre, y mucho más hoy, trabajamos para el bienestar del pueblo cubano, a través de programas sociales que, junto a todos los programas y proyectos y estrategias del país ayudan a complementar la atención a diversos sectores de nuestra sociedad. En nuestro país, la sociedad civil, las iglesias y el estado se configuran y articulan en armonía, cada quien ocupando sus roles. En medio de la diversidad buscamos un propósito común; el bienestar para todos y todas.
Consideramos que la campaña de la llamada “activista” Rosa María Paya del llamado proyecto “Cuba Decide” es una ofensa al pueblo y a las iglesias cubanas. En Cuba deciden desde hace un buen tiempo los cubanos y cubanas, y dentro de ellos y ellas sin distingo un gran número de creyentes cristianos y de las más diversas religiones que, juntos y juntas en solidaridad buscamos y luchamos por la Cuba que queremos y que pensamos desde nuestra diversidad Como País.
Si realmente quieren ayudar al pueblo cubano, por qué estimulan el bloqueo y estimulan las políticas de sanciones promovidas desde la Casa Blanca y que increíblemente en este momento de situación humanitaria que vive la humanidad, se muestran tan agresivas y más des-humanas que nunca antes.
Es evidente y claro que el interés es político y económico. Esta “supuesta ayuda” recolectada por sectores del “exilio cubanas” nada tiene que ver con al trayectoria de hermandad y solidaridad de las iglesias cubanas y estadounidenses. Es una ayuda condicionada, a marcados intereses que obviamente están bien lejos de el amor, la paz y la confraternidad que como Iglesias predicamos.
Cuba no necesita ayuda de quienes sirven a un gobierno que por 60 años quiere crear situaciones humanitarias con fines políticos y financieros, que lejos de buscar el dialogo y el respeto y apego a las leyes internacionales viola e irrespeta todas las normas diplomáticas y desoye a las propias Naciones Unidas, donde año tras año, los países del mundo aprueban la resolución: “Necesidad de poner fin al embargo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.
Cuba sin bloqueo y sin sanciones estaría en la capacidad de hacer mucho más de lo que ya hoy hace y seguirá haciendo y que no dejara de hacer por Cuba y por el mundo. Hace ya mucho tiempo las iglesias cubanas hemos aprendido que “quien traiciona al pobre, traiciona a Cristo”, y somos claras que como nos dice el Evangelio de Lucas 18:25 “porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el Reino de Dios” .
Las Iglesias cubanas trabajamos juntos y juntas a las iglesias del mundo entero y a entidades y organizaciones inspiradas en la fe y otras de carácter humanitario y civil, incluidas las de los Estados Unidos, compartiendo experiencias, intercambios mutuos, recursos humanos y financieros, canalizando donaciones, recibiendo y distribuyendo biblias y literatura, dando respuesta humanitaria y de emergencias no solo hacia Cuba sino también desde la experiencia de Cuba, aportamos a toda la América Latina y el Caribe y a los propias iglesias hermanas en los Estados Unidos de las más diversas y disimiles confesiones. Hemos, juntos y juntas, construido puentes; puentes de amor y paz, puentes de respeto y solidaridad, puentes que rompen barreras y bloqueos y construyen amistad, puentes que nos edifican mutuamente en un enriquecimiento espiritual y de fe.
Esta verdadera y autentica experiencia de fe, y esperanza que viene de la presencia del Espíritu Santo y de la guía del Señor Jesucristo a lo largo de años de historia de compartir entre las iglesias no aceptará nunca estas supuestas “ayudas” manipuladas, que nada tienen que ver con quienes somos y queremos ser.
Rosa Marìa Paya y estos supuestos recolectores de “ayuda” nada tienen que ver con nuestra historia y trayectoria de solidaridad y amor entre el pueblo y las Iglesias de Estados Unidos y Cuba. Ellos son fracasados productos de la maquinaria anti-cubana, que busca cada día enriquecerse más y escalar en las esferas políticas de la extrema derecha estadounidense, que es también enemiga de la paz de ese propio país.
En los pasados meses el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) , El Consejo Nacional de Iglesias de los Estados Unidos (NCCC), el Servicio Mundial de Iglesias de los Estados Unidos (CWC), el Consejo Mundial de Iglesias (WCC), la Alianza Conjunta de las Iglesias (ACT Alianza) y múltiples denominaciones de Estados Unidos y Cuba y otros países del mundo hemos realizado llamados a la solidaridad través de varios documentos y comunicados. Hemos expresado, basados en los principios de nuestra fe, como debemos actuar en momentos como estos y trabajar solidariamente. Hemos pedido un cambio de actitud en el gobierno de los Estados Unidos no solo hacia Cuba sino también hacia el mundo. Como siempre y hasta hoy lo hemos hecho y lo hacemos, “Unidos y unidas para servir”, pero sin aceptar que se nos manipule y se nos imponga una agenda imperial que esta bastante lejos de los principios que predicamos y vivimos.
“ Pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de un corazón limpio, y de una buena conciencia, y de una fe no fingida.” 1 Timoteo 1:5
Rev. Joel Ortega Dopico Secretario Ejecutivo del Consejo de Iglesias de Cuba
Nos acostumbró a librar batallas y a vencerlas. Siempre se adelantó, como gran estratega, a todas las variables que se pueden presentar en un combate. Preparó las fuerzas, concibió escenarios, estudió al enemigo y siempre estuvo al frente de su tropa.
Hoy, desde la monolítica roca extraída de las raíces de la Sierra Maestra, contempla lo hecho, lo que queda por hacer, las imperfecciones y la victoria.
Sabe, y así lo advirtió, de las posibles y reales conductas adversas de quienes, aun en medio de la nueva batalla, se aprovechan de alguna falta de control y asumen como suyos, el robo, el desvío de recursos, la reventa de productos, como si no importara para nada el esfuerzo gigante de dar a todos lo que tenemos, sea mucho o poco, pero honestamente logrado.
Ese es el contexto de la gran contienda que está librando nuestro pueblo y su dirección, para vencer la pandemia del nuevo coronavirus y hacer del combate mayor –la recuperación económica del país– un objetivo alcanzable si todos, de manera unida, aportamos nuestro granito en la colosal cruzada.
En la lucha contra la COVID-19 no hay un momento en que no esté Fidel, su consejo y advertencia, su estrategia, su concepción sobre la guerra de todo el pueblo, también presente –muy presente– en la situación actual. Porque la ofensiva de hoy es de todo el pueblo y al frente de ella está Fidel.
Desde el mismo Programa del Moncada previó la formación de recursos humanos para garantizar la salud y la educación. Incluso, fue más allá; desde los primeros meses, luego del triunfo, ya organizaba y enviaba a Argelia una brigada médica cubana para brindar ayuda a un pueblo amigo que la necesitaba.
De la Universidad de La Habana había egresado como abogado. Sin embargo, cuando incursionaba en los programas de Salud que se proponía impulsar, daba la impresión del galeno más avezado.
Así lo concibió y llevó a la práctica. Unos pocos ejemplos –muy presentes en el enfrentamiento a la covid-19– lo testifican: fue el creador del concepto de médico y enfermero de la familia; estaba convencido de que la ciencia tenía que constituir parte de la vida cotidiana de este país y, por ello, ideó y dirigió la formación de los polos científicos.
Se trata de un proyecto y una definición que para nada tienen que ver con los modernos centros creados en los países capitalistas, a partir del concepto de la Medicina privada y de producir insumos, incluso medicamentos, solo para quienes tengan el dinero que cuestan.
Paralelamente, la formación de recursos humanos para garantizar los programas de Salud y la elaboración de nuevos y revolucionarios contenidos que hoy avalan la labor de nuestros médicos en cualquier lugar del mundo, constituyó parte del pensamiento de Fidel, quien en no pocas ocasiones expresó que no sobrarían, independientemente de los que se graduaran.
Hoy, cuando decenas de miles de ellos brindan solidaridad, salud y humanismo en más de 60 naciones, el agradecimiento a Fidel y el reconocimiento a Cuba aparece hasta en las más intrincadas comunidades, o en grupos poblacionales que ni siquiera conocen el idioma español.
Se trata de la nación que envía a sus hijos a ofrecer salud y vida a cambio de nada. No importa, en ningún caso, la afiliación política o la fe religiosa del enfermo. Son seres humanos y a ellos va dirigida toda acción altruista de este gran ejército de batas blancas.
Fidel concibió al Contingente Henry Reeve y advirtió su importancia ante pandemias y desastres naturales. Luego vinieron las difíciles pruebas que daban la razón al Comandante: terremotos en Paquistán, Haití y otros países; ébola en naciones del África sufrida y, ahora, la COVID-19, letal virus que en pocos meses ha hecho vulnerable a un mundo que ya ha perdido más de medio millón de sus hijos.
Si muchos no han fallecido, si miles han sido devueltos a la vida luego del contagio, la Medicina y la solidaridad cubanas han contribuido a esa victoria, que debe agradecerse también a Fidel.
Sin que Cuba lo pida, y en medio de la más feroz campaña contra esos cooperantes por parte del gobierno de Trump y los mercenarios que paga, son muchos, y de muy variados países, los que solicitan se les otorgue a aquellos el premio Nobel de la Paz.
También Fidel está al frente de ese contingente médico y a él va dirigida la gratitud de quienes reciben la solidaridad cubana.
La pandemia de la COVID-19 impone otra batalla que va ganando Fidel. La articulación nacional contra la enfermedad, las capacidades del país para sortearla sin los saldos fatales de otras tierras, resultan del pensamiento del Comandante en Jefe hecho realidad, materializado en la continuidad que lidera el Presidente de la República, Miguel Díaz-Canel, bajo la sabia guía del General de Ejército Raúl Castro Ruz, quien a la vez deposita toda la seguridad y la confianza.
Este 13 de agosto, en los 94 años del Comandante en Jefe, desde la roca monolítica que lo acoge en su Santiago querido, sus grandes batallas y sus victorias seguirán siendo referencia obligada para un pueblo que por convicción se ha propuesto construir su propio destino; el mismo que él nos trazó y defenderemos siempre.
Junto a Alicia Alonso, emblema de la cultura nacional.
Se ha insistido muchas veces en la universalidad de la proyección de Fidel Castro Ruz. Y entre sus muchas facetas destacó el interés por el arte y la literatura, su comprensión del rol de la cultura en la nueva sociedad que contribuyó a consolidar.
Una frase de los primeros años de la Revolución triunfante puede dar idea de esa vocación: la Revolución no le pedía al pueblo que creyera, le pedía que leyera.
Cuando en momentos de gran complejidad Fidel Castro decía que la cultura era el escudo y la espada de la nación, algunos no alcanzaban a comprender esa afirmación.
¿Cómo iba a ser la cultura más importante que las armas?
Fidel hacía suyas las palabras de Martí: Trincheras de ideas valen más que trincheras de piedra.
Y sin identidad (sin cultura) no hay libertad posible.
Fue Fidel el principal artífice de la mayor revolución cultural que haya experimentado Cuba, revolución dentro de la Revolución: la Campaña de Alfabetización.
Gesta de todo un pueblo, en menos de un año (de enero a diciembre de 1961) aprendieron a leer y escribir casi un millón de personas.
Fidel Castro fue el líder y el estratega.
Ese fue el primer y más importante paso para concretar un reto mayor: que el arte y la literatura dejara de ser privilegio de pocos para devenir derecho de todos.
Y suyo fue siempre el convencimiento de que ese derecho iba a abrirles a todos un mundo de posibilidades.
No en vano el libro que inauguró la naciente industria editorial cubana fue el mayor clásico de la lengua: Don Quijote de la Mancha, de Cervantes.
Lector incansable él mismo, Fidel siempre creyó en el don liberador de la literatura.
Las Ferias del Libro, que por su iniciativa se extendieron por todo el país, fueron un sueño cumplido.
Una fortaleza (la de San Carlos de la Cabaña) llena de libros y lectores, millones de ejemplares a disposición de la gente.
Él mismo fue el orador principal de muchas de las aperturas de las Ferias, que fueron concebidas como una auténtica fiesta de la cultura.
Revolución es cultura
En las célebres Palabras a los intelectuales, en junio de 1961, Fidel estableció las bases de lo sería después la política cultural de la Revolución.
Múltiples debates ha suscitado ese discurso, interpretaciones disímiles y también erróneas aplicaciones prácticas.
Pero se trata de un documento esencial: nunca antes se le había otorgado a la cultura un rol determinante en la vida pública y política de la nación.
Fidel partió de la convicción de que todo proceso revolucionario tiene que ser por fuerza un proceso cultural.
Asumía cultura, por supuesto, en su acepción más amplia; pero el arte y la literatura tenían un espacio de privilegio en el naciente proyecto de país.
No es casual que la imagen y la obra de Fidel Castro estuvieran estrechamente ligadas a la fundación de importantes instituciones culturales.
Fue Fidel quien le ofreció todo su apoyo a Alicia y Fernando Alonso para que refundaran el que llegaría ser uno de los mejores embajadores de la Revolución en el mundo: el Ballet Nacional de Cuba.
Nadie podía imaginar que una pequeña isla del Caribe pudiera acoger a una de las más grandes compañías de ballet clásico de su momento.
El cine cubano también le debe mucho al líder de la Revolución, desde aquellos años fundacionales.
Amigo personal de Alfredo Guevara, concibieron una industria que garantizara la promoción de un nuevo cine: nuevas temáticas y acercamientos, mayor contundencia estética, decidido compromiso social…
Pero quizás el más decisivo aporte de Fidel Castro al entramado cultural cubano haya sido la creación de un sistema de enseñanza artística, que décadas después sigue siendo referencia en el contexto latinoamericano.
Que niños nacidos y criados en apartados parajes hayan llegado a ser artistas de renombre internacional (músicos, pintores, bailarines…) ha sido posible, en buena medida, gracias a la vocación de Fidel.
Contradicciones y errores en la aplicación de la política cultural hubo, pero Fidel siempre miró más allá.
Sin ser artista, tuvo la sensibilidad y el empeño de ofrecerle cauce al gran acervo cultural de la nación.
Grandes artistas y escritores cubanos hubo antes y después de Fidel Castro. Pero suyo (y de muchos) fue el sueño de que todos los cubanos tuvieran acceso a ese patrimonio.
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