Se catalogan como independientes o alternativos. Pero basta ir tras la ruta del dinero que los alienta y articula para saber de quién dependen y a qué línea editorial responden…
Un entramado de medios de comunicación intenta legitimar en Cuba la visión hegemónica estadounidense sobre democracia y libertad. Con su estrategia anexionista intoxican constantemente las redes sociales con informaciones tergiversadas sobre casi todo lo que ocurre en la Isla.
Se catalogan como «independientes o alternativos», pero resulta curioso que todos los que dirigen CiberCuba, ADN Cuba, Cubanos por el Mundo, Cubita Now, Cubanet, Periodismo de Barrio, El Toque, El Estornudo y YucaByte, entre otros, residen en el exterior, la mayoría en EE. UU., y sus estrategias de comunicación son la fórmula calcada del diseño político que predomina en ese país.
Maykel González, del sitio subversivo Tremenda Nota, declaró públicamente que, durante su estadía en ee. uu., específicamente en el estado de Ohio, asistió a un programa académico con profesores de la Universidad.
«Hubo un contacto con funcionarios que se encargaban de atender a la prensa en el Departamento de Estado, yo tuve una cita privada con la funcionaria de Estado Priscila Hernández», comentó González.
El informe de la Comisión para la asistencia a una Cuba Libre, de junio de 2004, registra las principales líneas subversivas contra la Mayor de las Antillas, entre las que se incluyó el fomento de proyectos de prensa. Desde entonces, todas las administraciones posteriores al presidente George W. Bush ajustaron su diseño mediático a cada contexto.
El Departamento de Estado, la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID) y el Fondo Nacional para la Democracia (NED) de esa nación, financian esta maquinaria mediática que se ha beneficiado de los más de 500 millones de dólares que la Casa Blanca destinó en los últimos 20 años para la subversión en Cuba.
Con el fin de recibir de modo expedito los financiamientos, varias de estas publicaciones digitales contrarrevolucionarios se han registrado en otros países como organizaciones no gubernamentales (ONG).
Tal es el caso de los sitios El Toque, mediante el colectivo Más, radicado en Polonia, y de El Estornudo, creado en Cuba, y luego legalizado en México como una ONG.
Carlos Manuel Álvarez, director de El Estornudo, arribó a Cuba el 24 de noviembre para unirse al show mediático de San Isidro.
Abraham Jiménez Enoa, quien fuera partícipe de ese mismo sitio web, expresó que él no sabe cuánto es el financiamiento total del «medio», porque todo se gesta desde afuera. «Los colaboradores
que hacen la revista cobran por trabajo, con un sueldo fijo de 400 CUC. Hasta que yo me fui, El Estornudo era financiado por la NED y Open Society», precisó Jiménez Enoa.
Estos medios que se hacen llamar alternativos e independientes, se descalifican por sí solos, cuando se revela de dónde procede su sustento, aunque en ocasiones se pretenda desviar la atención sobre el origen del dinero.
La investigadora del Centro de Estudios Hemisféricos y sobre Estados Unidos, Yazmín Vázquez Ortiz, explicó que el financiamiento, la capacitación y la asistencia técnica son pilares, a partir de los cuales se aprovechan las condiciones que existan en las sociedades que puedan ser objeto de intervención, para promover movimientos de resistencia que puedan fomentar el cambio que quiere EE. UU.
Quienes dirigen y colaboran en estos espacios, lo hacen a través de organizaciones radicadas en territorio estadounidense, europeo o latinoamericano.
La subdirectora de ese mismo Centro, Olga Rosa González Martín, destacó que al funcionar como una organización privada reciben fondos privados, puede ser de cualquier individuo, de cualquier corporación a nivel internacional, lo que hace más difícil poder vincular a una entidad con un gobierno específico, y con los objetivos de política exterior de este en un país determinado.
El Instituto de Periodismo de Paz y Guerra, Factual, Distintas Latitudes, Fundación Sueca de Derechos Humanos, Editorial Hipermedia, Diario de Cuba, Cubanet, la Universidad Sergio Arboleda, y muchos más, funcionan como contratistas de estos proyectos mercenarios de prensa.
José Jasán, del sitio subversivo El Toque, precisó que «lo más aceptable para ‘la empresa’ es que al ir un grupo de cubanos a capacitarse le da la oportunidad de pagarles directamente a estos».
Elaine Díaz Rodríguez, de Periodismo de Barrio, expresó que acudieron a la cooperación internacional. «En un primer momento se financió con los ahorros que pude llevar a Cuba de la beca Lima, y después logramos hacer un proyecto piloto con la Fundación Sueca de Derechos Humanos. Logramos una alianza con la Embajada de Noruega, mediante la cual estamos aquí», precisó.
En este diseño sobresale desde la NED, el cubanoamericano Aimel Ríos Wong. Como Jefe del Programa Cuba, distribuye los fondos aprobados para desmontar paradigmas ideológicos y culturales desde afuera y dentro de la Isla.
Maykel González, del sitio subversivo Tremenda Nota, comentó que Ríos Wong lo llamó, salieron a «dar una vuelta en Washington», y lo reconoció como alguien que se ha hecho presente, que ha estado dialogando constantemente con los actores, tanto del periodismo como de la sociedad civil.
«Estamos trabajando con alrededor de 7 000 dólares americanos para un trimestre, a partir de los cuales hacemos la planificación del trabajo, y está asignado por todas las tarifas que tenemos de pago», apuntó Maykel González.
Como estrategia seleccionan a sus futuros líderes, los capacitan, premian, financian, estimulan, visibilizan, aglutinan, empoderan, orientan y les dan espacios y tribunas.
«Lo que dicen es: no, pero a mí nadie me dice lo que tengo que escribir, nadie me dice cuál es la línea editorial de mi página o de los artículos que yo escribo. No tienen que decírtelo, ya tú tienes asumida esa línea, recibes el
financiamiento, porque ya decías esas cosas, y sabes que si no las dices y no sigues esa línea antigubernamental no vas a recibir el financiamiento», destacó Javier Gómez Sánchez, especialista en medios de comunicación audiovisual.
En la medida que la informatización del país ha ido avanzando, señaló Gómez Sánchez, las personas han ido teniendo un mayor acceso a internet, y esta guerra ha ido aumentando y organizándose, porque su posibilidad de llegar con este tipo de manipulación mediática a determinados sectores de la población se ha incrementado.
El doctor Ernesto Estévez, miembro de la Academia de Ciencias de Cuba, recordó que este fenómeno es algo que se ha venido trabajando desde hace muchos años, con el objetivo de revertir la Revolución Cubana, de hacer una restauración capitalista.
Fuentes públicas del propio Gobierno estadounidense muestran el incremento de estos fondos durante los últimos años, justo cuando el Estado cubano avanza en las transformaciones del nuevo modelo económico y social.
Así lo confirma una convocatoria de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo del Departamento de Estado norteamericano para financiar propuestas relacionadas con los derechos civiles y políticos en Cuba, en medio de las provocaciones articuladas en los últimos días.
Junto a la imposición de medidas económicas restrictivas y el complejo escenario epidemiológico de la COVID-19, los medios de prensa enemigos se alinearon para desacreditar la gestión del Gobierno cubano y deslegitimar el sistema social.
«Tiene que ver con la fabricación de matrices de opinión, que tienen dos características esenciales: primero que están creadas para administrar los descontentos que existen, relacionados con determinados temas, y dirigirlos en contra del Gobierno, del socialismo, del sistema político; y segundo, intentar promover en Cuba un pensamiento liberal, basado en el liberalismo, que es la ideología del capitalismo», expuso la sicóloga Karima Oliva Bello.
En el entramado comunicacional se encuentran los llamados influencer con tendencias hipercríticas, creados para generar empatías y tendencias ideológicas en miles de seguidores, a través de las redes sociales.
Los proyectos de prensa enemigos, en este escenario, se identifican como instrumentos del Gobierno de EE. UU. en su estrategia de guerra no convencional contra la Mayor de las Antillas.
Quien consume las noticias que publican los medios subversivos pudiera llegar a creer que Cuba es un país que se desploma. Sin embargo, se trata de una nación que vive una realidad diferente.
El ordenamiento económico y financiero del país se hace en el complejo momento en que, a la presente crisis económica mundial, la creciente agudización de la política genocida del bloqueo, y como consecuencia la baja disponibilidad de moneda libremente convertible, se adicionó desde bien temprano en el año 2020 una pandemia que ha ocasionado al Estado cubano grandes gastos
Tarea gigantesca la concebida hace un decenio, y hoy en marcha, de poner orden en la dualidad monetaria y cambiaria, los excesivos subsidios, gratuidades indebidas y hacer una reforma integral de salarios reclamada durante años por trabajadores y jubilados.
El propósito se fundamenta en la actualización del modelo económico y social aprobada y ratificada en los VI y VII Congresos del Partido, y en otros documentos rectores de la vida de la nación. La máxima dirección del país ha explicado que por sus características abarcadoras esta es una de las tareas más complejas que en el orden económico se han enfrentado.
Particularmente la transformación de los ingresos representa una necesidad que significa, en primer orden, oportunidad de crecimiento para nuestras empresas, tanto en el ámbito nacional como hacia el exterior, lo que se traduce en beneficios para todos.
Su implementación evidencia la preocupación y ocupación del Gobierno ante los señalamientos de quienes tienen sobre sus hombros la responsabilidad de garantizar la producción y los servicios. El compromiso de las autoridades gubernamentales incluye la voluntad de rectificar errores y esclarecer cuanta incomprensión exista entre los ciudadanos.
En las actuales circunstancias el movimiento sindical tiene misiones trascendentales que deben ser asumidas por las organizaciones de base y por los trabajadores todos. Como se ha reiterado, nada puede resultarle ajeno. En su responsabilidad de organizar, representar y movilizar a los trabajadores, le corresponde atender con prioridad cada paso en la materialización de tan esencial transformación.
Este ordenamiento económico y financiero del país se hace en el complejo momento en que, a la presente crisis económica mundial, la creciente agudización de la política genocida del bloqueo, y como consecuencia la baja disponibilidad de moneda libremente convertible, se adicionó desde bien temprano en el año 2020 una pandemia que ha ocasionado al Estado cubano gastos añadidos por el valor de más de 1 300 millones de pesos, hecho que ratifica el concepto de que en nuestra sociedad el centro de atención es el ser humano, su vida y su salud, a diferencia de los procederes predominantes en el mundo signados por el interés económico.
Es necesario entender que el proceso en desarrollo por sí solo no resuelve todos los asuntos; se demanda alcanzar un superior resultado en la eficiencia, organización del trabajo, disciplina, calidad, el ahorro, el cumplimiento de los índices de consumo, a partir de nuestros propios esfuerzos. Se impone trabajar con tesón, exigencia y conciencia para generar los bienes, crear las riquezas y brindar servicios óptimos. Por ese camino estaremos labrando el anhelado y necesario desarrollo de la sociedad socialista, próspera y sostenible a la que aspiramos.
Indispensable será también mantener el constante diálogo que exprese nuestros convincentes argumentos de la necesidad de cambiar todo lo que se deba en favor de un país mejor. También debemos enfrentar las campañas mediáticas que tratan de tergiversar el proceso.
Papel protagónico tienen los trabajadores, campesinos, mujeres y jóvenes en la producción de los recursos que propicien el bienestar de la población. En el aporte de sus manos, compromiso y sensibilidad descansa, en buena medida, la defensa y el triunfo de la Tarea Ordenamiento.
En tal sentido se han favorecido las condiciones, para que quienes laboran en el sistema empresarial, y dentro de él en los sectores básicos de la economía, puedan adoptar decisiones que robustezcan su gestión y ejercer de modo pleno las facultades otorgadas, lo que permitirá reafirmarse como la estructura productiva fundamental del desarrollo económico del país.
Un rol no menos importante tienen los trabajadores no estatales, a quienes se les considera actores económicos en igualdad de condiciones. Eso sí, como nunca antes, se vuelve imprescindible razonar que el interés individual no debe prevalecer ante el colectivo y social, porque resulta vital trabajar para el desarrollo de la nación. Nos anima que Cuba viva con el concurso de cada uno de sus hijos.
Como principio abrazado desde el triunfo de la Revolución, el 1ro. de Enero de 1959, nadie quedará desamparado y cada paso que se dé estará sustentado por el empeño de fortalecer la unidad del pueblo y la defensa de las conquistas sociales.
Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de la República, al anunciar el inicio de la unificación monetaria y cambiaria, y de la reforma salarial, afirmó: «Reiteramos la trascendencia e importancia de esta tarea, que pondrá al país en mejores condiciones para llevar a cabo las transformaciones que demanda la actualización de nuestro modelo económico y social, sobre la base de garantizar a todos los cubanos la mayor igualdad de oportunidades, derechos y justicia social, la cual será posible no mediante el igualitarismo, sino promoviendo el interés y la motivación por el trabajo».
Demos cada uno de nosotros nuestra modesta contribución, desde el puesto que desempeñamos, para que se implemente adecuadamente esta Tarea vital.
Secretariado Nacional de la Central de Trabajadores de Cuba
El ordenamiento monetario que comenzará el 1ro de enero implica una modificación de los precios de los bienes y servicios, debido a la devaluación del peso cubano en el sector empresarial al pasar de una tasa de cambio de 1 CUP x 1 USD a 1×24.
Conozca los precios de productos básicos de alimento y aseo que se ofertarán en las unidades comerciales a partir del primero de enero.
Preparar a hombres y mujeres para la vida significa dotarlos de un pensamiento crítico para comprometerse a actuar en un mundo en que están en juego nuestras mismas posibilidades de supervivencia
Como en la Tángana del Parque Trillo, hoy tiene más sentido que nunca que gritemos juntos: ¡Abajo el imperialismo! Necesitamos otro mundo! Foto: Juvenal Balán
Hoy se destinan millones de dólares en propaganda de todo tipo para hacernos creer que la clase es una categoría obsoleta, que el análisis de cualquier problema social debe hacerse al margen de ella, en términos de los conceptos del pensamiento liberal con el más indolente y ahistórico relativismo. Sin embargo, para la mayoría de las personas en este mundo, la situación no es muy diferente a la del proletariado inglés que nos describiera Engels en La situación de la clase obrera en Inglaterra. Hoy tiene más sentido que nunca que gritemos juntos: ¡Abajo el imperialismo! ¡Necesitamos otro mundo!
Entonces, ¿por qué el silenciamiento de la clase como categoría para el análisis social? Por su capacidad de evocar una lectura de la realidad poniendo en perspectiva la explotación como el más nodal de los males sociales y, justo por eso, su potencia para convocar a la acción colectiva contra la esencia misma del sistema capitalista y todo aquello que lo intente reproducir.
La Campaña Nacional de Alfabetización en Cuba, dirigida por el Consejo Municipal de Educación, creado en 1960 por el Gobierno Revolucionario específicamente para estos fines, tuvo sus antecedentes en el Ejército Rebelde, que para la fecha ya había comenzado la alfabetización dentro de sus filas. Fue una genuina acción colectiva en un sentido político, esto es, para la transformación y construcción de una sociedad nueva. Se quebró el orden existente –el acceso al conocimiento es el privilegio de unos– para instituir un nuevo orden en el que las oportunidades estarían disponibles para todos. Ese mismo fue el espíritu de la Reforma Universitaria de 1962, que transformó plenamente la Educación Superior en Cuba y el papel que desempeñarían las universidades en la construcción del proyecto social emergente, movilizando a un importante sector de estudiantes y profesores que con ímpetu se volcaron a las aulas universitarias comprometidos con el inmenso desafío que tenían por delante. Muchas acciones con la misma impronta se han llevado a cabo durante el proceso revolucionario, a saber, acciones colectivas convocadas por la dirección del país.
Cuando en 1960 se crean los Comités de Defensa de la Revolución, tal vez se daba un cambio paradigmático en las formas de organización populares para las acciones colectivas en el mundo. Comprendidos en un inicio como espacios de organización para la defensa ante las agresiones alimentadas por Estados Unidos, lo cierto es que se convirtieron en un espacio de encuentro para la convivencia y para la discusión sobre lo público –todo aquello relacionado con el bien común– también con un sentido genuinamente político. Con el mismo sello nacieron otras organizaciones políticas y de masas, pensadas como instrumentos para la defensa de los intereses colectivos, la construcción del nuevo modelo de país, que requería una institucionalidad diferente y nuevas formas de organización y lucha. Nada podía haber sido más revolucionario entonces.
No obstante, a lo largo de estos 60 años se han producido cambios importantes, en nuestro país y a escala global. Muchas de las nociones que nos legó la modernidad hoy están en una profunda crisis: asistimos al descrédito del capitalismo en cuanto a sus promesas de progreso y desarrollo humano, su modelo de democracia y libertad, su imposibilidad de garantizar un horizonte de derechos y bienestar para todas y todos. Negar esta realidad hoy, que se encuentra documentada con las cifras más escalofriantes, es, por lo menos, un acto de profunda indolencia e irresponsabilidad.
Las personas pasamos tiempo conectadas navegando por plataformas y motores de búsquedas con algoritmos muy específicos para la vigilancia y el control de nuestras subjetividades en función del mercado. El consumo se redimensiona como el medidor por excelencia de bienestar, mientras que, como diría Baudrillard, la sensación de libertad que genera es una ilusión: en realidad nunca antes fuimos tan milimétricamente vigilados y controlados. Nuestro consumo, como sentencia el autor, no es una función del goce, sino de la producción.
La globalización que intentaron presentar como un proceso que permitiría mayores posibilidades de intercambio para todos, resultó siendo una plataforma para la homogeneización y para el despliegue de la hegemonía de las grandes transnacionales, hegemonía no solo económica, sino también cultural: hegemonía de los dogmas del liberalismo.
Van emergiendo mecanismos muy sofisticados para la colonización de los imaginarios colectivos. La guerra por el dominio económico de los territorios tiene su expresión en una guerra simbólica sin precedentes: una disputa muy fuerte por el dominio de los sentidos. ¡Desean convencernos de que no podemos construir y defender un modo de vida alternativo al capitalismo! Los conceptos que en otras épocas fueron grandes paradigmas que marcaban un horizonte deseable para una parte importante de los pueblos: como socialismo o la propia revolución, hoy están siendo abatidos por las campañas de propaganda política para la desinformación.
Mientras, gozan de prestigio conceptos como pluralidad, democracia, derechos y libertades políticas, sin que exista un análisis crítico de las condiciones de posibilidad para su realización en el contexto real del capitalismo, y sin sopesar cómo podríamos ampliarlos en el socialismo, cuyos logros efectivos en términos de derechos y equidades son innegables.
Investigaciones apuntan que es tendencia que las juventudes a escala global se debatan entre la apatía por las cuestiones políticas y la exploración de otras formas de encuentro y participación, otras formas de pensarse las acciones colectivas y también otros relatos políticos. Numerosos movimientos sociales anticapitalistas en la región han experimentado novedosos modos de resistencia, organización y lucha donde se reinventan las relaciones del poder con lo colectivo. Los feminismos decoloniales, anticapitalistas, dan cátedra de cómo pueden gestarse auténticos y potentes movimientos para enfrentar de forma articulada distintos órdenes de violencias, que se entrecruzan, desde la matriz de la explotación de clase del capitalismo, pero que no se agotan en ella. Parte del pensamiento latinoamericano ha dado un giro decolonial para pensarnos tomando como referente nuestras propias realidades y dilemas, para superar la actitud subalterna frente a la cultura hegemónica. Son todos robustos flujos de producción de prácticas y saberes en los que podemos reconocernos con una actitud más propositiva desde nuestra propia historia de lucha y resistencia, que es también sólida.
Las organizaciones políticas y de masas en Cuba, herederas del profundo sentido popular y revolucionario con que fueron creadas en medio de un proceso que se propuso cambiarlo todo, innovadoras en las formas de organización colectiva para la acción política, están ante la oportunidad histórica de actualizar los mecanismos de participación en las bases, sus relatos en defensa del socialismo, las formas para el encuentro y el debate, los tipos de liderazgos y las formas de convocatoria.
La educación política con un sentido profundamente martiano se hace urgente: «hacer de cada hombre resumen del mundo viviente, hasta el día en que vive: ponerlo a nivel de su tiempo, para que flote sobre él, y no dejarlo debajo de su tiempo, con lo que no podrá salir a flote; es preparar al hombre para la vida». Y hoy preparar a hombres y mujeres para la vida significa dotarlos de un pensamiento crítico para comprometerse a actuar en un mundo en que están en juego nuestras mismas posibilidades de supervivencia.
¿Cómo formar a las nuevas generaciones para que comprendan la complejidad de nuestra época y no se queden anestesiadas ante toda la propaganda que promete un modelo de vida y sociedad insostenibles? ¿Cómo crear contracultura ante la ideología del consumo, los valores del liberalismo, la desinformación, el relativismo al que todo lo condena un sistema en el que la medida de todas las cosas se reduce al mercado? ¿Cómo preparar para el pensamiento crítico y el compromiso político ante la propaganda que promueven la banalidad, la apatía y el individualismo?
¿Cómo contagiar la idea de que lo político no es un campo exclusivo de actores sociales que formalmente ocupan determinadas responsabilidades? Lo político, como lo mostró la Revolución desde sus albores, es el espacio cotidiano en el que dilucidamos todo lo que tiene sentido para nuestras vidas, lo personal es también político. Lo político es la lucha de todos y todas por la construcción de una sociedad mejor; todo cuanto hacemos, desde donde podemos, para que eso sea posible. Las organizaciones deben acoger ese proceso sin restarle calor, imaginación y efervescencia, haciendo resistencia a tanta campaña contra el proyecto del socialismo cubano. Y hacerlo, sobre todo, para que no sea secuestrado por quienes quieren una vuelta a un pasado capitalista que no será menos oprobioso de lo que ya fue.
Hoy la inversión de Estados Unidos en la fabricación de una plataforma de medios digitales para el cambio de sistema político y una sociedad civil mediática con los mismos fines, se expresa en el desdoblamiento de matrices de opinión de corte marcadamente liberal. Con poco poder de convocatoria, buscan el reconocimiento como actores legítimos dentro del escenario político cubano, sin más intención que provocar una fractura del consenso en torno al socialismo y desplegar una agenda de cambios conveniente a los intereses de Estados Unidos en Cuba.
Se intenta hacer pasar esta sociedad civil mediática, fabricada desde Estados Unidos, por la voz del pueblo cubano, y eso no puede vivirse más que como un llamado sobre la necesidad de que nuestras organizaciones políticas muestren un liderazgo y protagonismo atemperado a las nuevas circunstancias.
¿Se acuerdan ahora? Miren después de aquella noche me comenzaron a escribir no pocos cubanos, alarmados con esa idea, y sobre todo preguntándome quién era ese hombre. Orlando Gutierrez Boronat: un nombre y dos apellidos que no le dicen absolutamente nada a la inmensa mayoría del pueblo de Cuba. Lo demuestran las tantas y tantas personas que lo vieron por primera vez aquella noche. Aquí estamos ya ante la primera contradicción, los cubanos no conocemos a Orlando, pero Orlando sí dice saber muy bien todo lo que tiene que ver con nosotros y lo dice siempre en serio. Fíjense si habla en serio… él se auto titula Secretario General del Directorio Democrático Cubano , después podemos hablar de qué es ese llamado Directorio; porque ahora quiero mostrarles una página en Internet donde se publican los fondos, el dinero que el gobierno de Estados Unidos entrega a Orlando y a su Directorio, usted dirá tal vez, pero como aparece eso en Internet, bueno porque si alguien pide esa información del uso, del destino del dinero del contribuyente norteamericano, por ley deben decirlo, y aunque no dan la información siempre ni a todo el que la solicite, a veces sí lo hacen. Y la del dinero entregado a Orlando está aquí.
Tomado de Cuba Money Proyect
Aquí estamos ante otro problema con Orlando, mucho dinero y pocos resultados. Por ejemplo Orlando ha viajado, presuntamente con ese dinero a varios países en el momento en el que se sabe participará una delegación o representación cubana en algún evento, para allá se mueve, ejemplo Cumbre de las Américas en Perú, año 2018. Por cierto un cubano que estaba allá me comenta que una de las actividades provocadoras que trato de organizar contó con el numeroso quórum de 15 personas y que tal vez frustrado por su poder de convocatoria se marchó a las Líneas de Nazca, un hermoso sitio turístico, evidentemente el dinero del contribuyente norteamericano alcanza para eso y más. Por ahí están algunas fotos. Para Panamá fue en 2015,durante la Cumbre de las Américas, momento importante en el proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, se encontrarían el General de Ejercito Raúl Castro y Barack Obama allí participó de una provocación frente a la Embajada de Cuba, iban a poner flores a Martí. Entre otros CELEBRES personajes iba acompañado por Félix Rodríguez, ELGATO, el asesino del Che. ¿OTROS AMIGOS O COLEGAS DE CAUSA DE ORLANDO?
El Secretario General de la OEA, Luis Almagro, el que nos ha dedicado tantos desvelos, sin mucho resultado, en eso puede que se parezcan ambos.
Después del primer día que hablamos de Orlando, algunos cubanos que viven en la Florida me escribieron, me dicen que en este momento Orlando enfrenta problemas de credibilidad pública, de gestión, no pocos me dicen que esos problemas lo han obligado a trabajar como especie de empleado de contrarrevolucionarios mas jóvenes y con mucho menos trayectoria que él, como Rosa María Payá y Eliecer Ávila. En fin, eso opinan algunos desde allá. Como también me comentan que Orlando fracasa rotundamente en muchos de sus proyectos de provocación, no ha logrado derrocar a los gobiernos que se propone, pero si consume de alguna manera los millones de dólares que le entrega el gobierno de estados unidos para lograrlo. alguna que otra auditoría del propio gobierno de estados Unidos sobre ese dinero que le entrega ha demostrado que ha desviado fondos de esos millones, lo cual de acuerdo a la legislación de ese país es delito federal. ¿USTED NO SE PREGUNTA PORQUE LE SIGUEN ENTREGANDO TANTO DINERO SI EL PROPIO GOBIERNO HA DEMOSTRADO QUE LO DESVÍA?
No les consumo más tiempo por hoy, la idea era que tuvieran unos pocos elementos, porque esto en realidad es poco, hay mucho más, sobre este rostro visible de ese grupo de personas que vive del anticastrismo en Miami. Orlando Gutierrez Boronat lo dije al inicio, un nombre y dos apellidos que no le dicen absolutamente nada a la inmensa mayoría del pueblo de Cuba. Y Ahora usted teniendo algunos hechos y argumentos puede arribar a sus propios razonamientos para la defensa de la verdad. Buenas noches.
René Cabrera Ortega vive desde hace más de 30 años en la demarcación del Consejo Popular de San Isidro, en La Habana Vieja, y también trabaja ahí mismo, casi frente a su casa, como custodio en la escuela primaria Don Mariano Martí y Navarro, donde es el secretario general de la sección sindical.
Foto: Joaquín Hernández Mena
“Tengo un amigo que me llamó muy preocupado, le dije que viniera para enseñarle que aquí no pasa nada, y la vida continúa normalmente. La gente del barrio está bien clara de que todo eso fue un espectáculo que nos han querido montar”, opinó categórico acerca de los recientes hechos que protagonizaron muy cerca de su centro de trabajo un grupo de personas contrarrevolucionarias, en su inmensa mayoría ajenas al lugar.
El pequeño plantel de poco más de 170 estudiantes y 28 trabajadores resplandece con el inicio del nuevo curso escolar. Es una de las cuatro primarias, tres círculos infantiles y una escuela de deportes que existen en San Isidro.
“Tenemos niñas y niños muy buenos, de familias preocupadas”, aseguró Dinorah Deras Aguilar. Foto: Joaquín Hernández Mena
“Tenemos niñas y niños muy buenos, de familias preocupadas, ninguna es disfuncional”, se apresuró a decir su directora, Dinorah Deras Aguilar, como si quisiera apartar de nuestras mentes ciertas imágenes grotescas que lamentablemente emergieron a la luz pública hace pocas semanas, desde ese barrio humilde y con una larga historia de gente trabajadora, alegre y con mucho sentido de pertenencia, que hoy sobresale por su labor comunitaria y cultural dentro del más antiguo municipio habanero.
Historia linda, pero triste
“A diferencia del norte de La Habana Vieja, donde se levantan los grandes palacios y edificaciones coloniales, esta parte posee una arquitectura más sencilla, sobre parcelas estrechas y en las que todavía existen construcciones modestas de finales del siglo XVII y de la siguiente centuria, asociadas al sector obrero en ese entorno industrial de los muelles”, explicó Yamira Rodríguez Marcano, investigadora de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Destacó la historiadora que el estigma como zona de tolerancia para la prostitución, un problema usual alrededor de los puertos por aquel entonces, lo afianzó el gobierno interventor de los Estados Unidos a partir de 1898, al legalizar esa práctica con un reglamento que le sobrevivió en la letra por más de una década –estuvo vigente hasta 1913–, pero que persistió como mal social durante mucho más tiempo.
Un rasgo distintivo del barrio ha sido su permanente vocación musical, asociada a grandes representantes de la cultura popular, entre los que descolló el exponente de los ritmos afrocubanos, Miguelito Valdés, también conocido como Míster Babalú, o la figura del violinista Brindis de Salas, nombrado el Paganini negro en el siglo XIX, cuyos restos descansan en la iglesia de San Francisco de Paula.
“El principal problema es el mal estado del fondo habitacional, con 86 edificaciones en estado muy malo y crítico”, expuso Osvaldo Pérez Oliva, presidente del consejo popular. Foto: Joaquín Hernández Mena
En la actualidad, San Isidro abarca 43 manzanas, con alrededor de 11 mil 800 habitantes, en una cuña casi triangular que delimitan las calles Acosta, Egido y Desamparados. “El principal problema que tenemos es el mal estado de ese fondo habitacional tan envejecido, con 86 edificaciones en estado muy malo y crítico”, expuso Osvaldo Pérez Oliva, presidente del Consejo Popular, al mostrarnos algunas de las acciones de reparación y construcción de viviendas, como la obra en ejecución sita en Concha entre Picota y Bayona, pero que distan mucho de llegar a todas las necesidades.
“La nuestra es una historia linda, pero también triste”, sentenció Mario Valdés Díaz, promotor y líder comunitario en San Isidro, quien contrastó aquella lejana realidad de cuando los marines estadounidenses hacían y deshacían por esas calles, con los rasgos que a su juicio le caracterizan hoy: “Este es un barrio patriótico, revolucionario, receptivo y respetuoso; pletórico de una verdadera gestión cultural”, enfatizó.
Revalorizar mediante la cultura
“Hay que aprender a funcionar más rápido”, valoró Adán Perrugorría Lafuente. Foto: Joaquín Hernández Mena
Desde hace cinco años Adán Perrugorría Lafuente lucha por sacar adelante el proyecto cultural de la galería Gorría, un emprendimiento familiar concebido con la colaboración de la Oficina del Historiador de la Ciudad, bajo el paraguas de los proyectos de desarrollo local, sito en San Isidro no. 214.
“La idea es revalorizar el sur de La Habana Vieja mediante la cultura”, razonó el joven pianista, que además de encabezar la sala de artes plásticas es titular de una licencia de trabajador por cuenta propia en un restaurante contiguo a ese espacio.
Además de las exposiciones de pinturas, la galería Gorría realiza una amplia labor comunitaria, muy encomiada por el gobierno municipal. Su más reciente iniciativa, según expresó Adán, es un ciclo de talleres sobre arquitectura y uso responsable de las tecnologías, dirigido a infantes y adolescentes de las escuelas cercanas.
“Hay que aprender a funcionar más rápido, porque surgen vacíos en las normas legales que las pueden aprovechar quienes pudieran tener otros propósitos menos nobles”, valoró Perrugorría Lafuente, quien estuvo entre los jóvenes artistas e intelectuales que acudieron el pasado 27 de noviembre a la sede del Ministerio de Cultura para canalizar diversas inquietudes e insatisfacciones.
En su caso, por ejemplo, resaltó la falta de una figura jurídica que ampare a galeristas privados, o para evolucionar con mayor facilidad hacia estructuras más complejas como pudiera ser una fundación. “Estructuralmente hay mucho que cambiar, pero la gente que yo conozco lo que quiere es mejorar, y que los cambios que se dicen, se hagan”, argumentó.
Ejemplo en el trabajo cultural
No parece casual entonces que un grupo de individuos pretendiera usurpar toda una aureola de muchos años de trabajo cultural y social en San Isidro, en función de planes injerencistas con financiamiento del Gobierno de los Estados Unidos, con el fin de derrocar a la Revolución cubana.
“Ni son artistas ni son de San Isidro”, dijo lapidario Mario Valdés Díaz, y sostuvo indignado que “han mancillado el nombre de todo un barrio”, a partir de la ocupación —hará alrededor de dos años—, y por vías no muy claras, del inmueble declarado inhabitable donde han transcurrido tales provocaciones.
“Este es uno de los Consejos Populares que más colaboración pide y ofrece a la Oficina del Historiador de la Ciudad”, resumió Maidolys Iglesias, al frente del plan maestro para La Habana Vieja.
Algunas demostraciones de ello son los talleres de gestión barrial, proyectos culturales como el denominado Alas de Mariposa, instituciones muy activas como el Centro Literario Leonor Pérez y el Museo Casa Natal de José Martí, o el impulso de rutas turísticas comunitarias, una iniciativa donde fueron pioneros desde mediados de la década de los noventa, con la creación del Taller Experimental para la Revitalización Integral del Barrio de San Isidro.
La especialista resaltó además la notable articulación que existe en ese territorio entre los centros laborales, incluido el sector no estatal, con las autoridades y líderes del barrio.
Desde el pasado 10 de octubre y hasta el 28 de enero próximo, por ejemplo, tiene lugar allí como parte de un proyecto integral para el fortalecimiento de la participación comunitaria, un amplio programa de actividades bajo el título de Maestro y discípulo, informó Katia Cárdenas, directora de Gestión Cultural de la Oficina del Historiador de la Ciudad (OHC).
Esta última semana abrió sus puertas la Casa de Titón y Mirtha, en la calle Paula no. 101, que preserva el legado del afamado director de cine. “No hablamos de un programa cultural impuesto por la Oficina, sino que esa es la vida cotidiana del barrio”, significó Cárdenas.
Ramón Guerra Díaz, especialista principal de la Casa Natal de José Martí y secretario general del sindicato de ese emblemático colectivo de 17 trabajadores, coincidió en la trascendencia de ese vínculo armónico de las instituciones culturales con la comunidad.
“Tenemos espacios fijos dedicados a todas las edades, desde los más pequeños, hasta los adultos mayores, sin olvidar a la juventud”, argumentó Guerra Díaz, con más de 20 años de labor en ese Monumento Nacional. “Un espacio en el barrio se asume o no por su gente. Ya hay hombres y mujeres que hemos visto crecer alrededor nuestro”, acotó. Ante mentiras, evidencia histórica.
“Me siento tranquila trabajando en San Isidro. Son los propios vecinos quienes custodian esta institución”, afirmó Elvira Corbelle Sanjurjo, directora del Archivo Nacional de Cuba, uno de los colectivos laborales de mayor relevancia que radican en ese Consejo Popular, cuya historia se remonta ya a más de 180 años.
“Me siento tranquila trabajando en San Isidro. Son los propios vecinos quienes custodian esta institución”, afirmó Elvira Corbelle Sanjurjo, directora del Archivo Nacional de Cuba. Foto: Joaquín Hernández Mena
En la vasta sala que da acceso al sólido edificio, el primero construido para esa función específica y que fuera inaugurado en 1944, una exposición transitoria muestra fotografías originales del velatorio de Antonio Maceo y Panchito Gómez Toro el 17 de septiembre de 1899, en el bohío de la familia de Pedro Pérez, depositaria hasta el fin de la Guerra de Independencia del secreto sobre la tumba de ambos héroes, a propósito de una de las efemérides más relevantes de este último mes del año.
“Estamos preparados para defender nuestro centro ante cualquier problema”, afirmó convencida la joven Roxana Frómeta Parreño, técnica en Gestión Documental e integrante del ejecutivo de la sección sindical de ese centro que hoy cuenta con cerca de 90 trabajadores, la mayoría mujeres, y con una importante fuerza juvenil.
“Estamos preparados para defender nuestro centro”, afirmó Roxana Frómeta Parreño. Foto: Joaquín Hernández Mena
Impresiona la meticulosidad de la labor que allí ejecutan para la conservación y restauración de sus fondos, los cuales equivaldrían a 27 kilómetros de documentos si los ubicaran linealmente, explicó Corbelle Sanjurjo, quien denota al hablar la pasión por su primer y único centro de trabajo durante más de 30 años.
El original de la Constitución de Jimaguayú de 1895, así como de la Carta Magna de 1940, son algunos de los tesoros que reposan en el Archivo, un lugar en San Isidro donde sí hay veneración y mucho trabajo para honrar y proteger los símbolos y valores patrios.
“A veces vemos algunas tendencias a tratar de reescribir la historia de Cuba, para tergiversarla, con una falta total de apego a la verdad”, abundó Lhis Sosa Guerra, comunicadora de la institución.
“A veces vemos algunas tendencias a tratar de reescribir la historia de Cuba, para tergiversarla, con una falta total de apego a la verdad”, abundó Lhis Sosa Guerra. Foto: Joaquín Hernández Mena
Por esa razón, sus especialistas difunden ese patrimonio en sitios digitales y las redes sociales en Internet, para desmentir algunas de esas falsedades mediante evidencias históricas, factuales y tangibles, como documentos o fotografías, que revelan no solo lo que hubo antes, sino lo que ha hecho la Revolución en más de seis décadas.
Como un ejemplo muy actual, expuso, hay numerosas pruebas en los registros del Archivo sobre cómo durante la colonia y los gobiernos republicanos hubo un manejo muy deficiente de las epidemias en el país, lo cual contrasta con todo lo que hemos vivido en este 2020 de enfrentamiento a la COVID-19.
“La casa de Martí, el taller Gorría, la iglesia de Paula, cuyos conciertos me enamoran, y el Archivo Nacional, del que soy asiduo visitante durante muchos años, han sido mis paradas en el barrio de San Isidro”, comenta el Doctor en Ciencias Históricas Félix Julio Alfonso López, y al hablar de este lugar lo hace con el dominio de quien ha desandado sus calles y la pasión del que reconoce su trascendencia para la historia de La Habana.
“Barrio de Campeche lo llamaron durante buena parte de la etapa colonial, porque fue desde el siglo XVI un sitio de inmigración de indios mexicanos procedentes del estado del mismo nombre, de la península de Yucatán, destinados a realizar labores diversas, entre ellas las relacionadas con la construcción de fortalezas. Estaba situado muy cerca de la zona amurallada, lo que lo convertía en una parte marginal de la ciudad.
Foto: Joaquín Hernández Mena
“El nombre actual del barrio tiene que ver con la iglesia y el hospicio de San Isidro, que no se conservan en la actualidad, pero también con las antiguas huertas que atendían allí los indios, debido a que San Isidro es el patrón de los cultivos.
“Fue creciendo paulatinamente en importancia en la misma medida en que empezaron a construirse allí determinadas edificaciones militares y religiosas al punto de que llegó a convertirse en el lugar de mayor concentración de iglesias de toda la ciudad antigua.
“Entre principios del siglo XVII y la segunda mitad del siglo XVIII se levantaron cuatro iglesias y conventos: la iglesia del Espíritu Santo; la iglesia y hospital de San Francisco de Paula, sede actual del conjunto de música antigua Ars Longa; la gran iglesia y convento de Belén que es hoy el más significativo proyecto humanitario de la Oficina del Historiador de la Ciudad, dedicado fundamentalmente a la atención a los adultos mayores; y por último una que le da nombre al barrio que ha desaparecido, que es la iglesia y hospicio de San Isidro de la que se conserva solo un fragmento que tengo entendido será restaurado para acoger la dirección del Consejo Popular.
“Está la calle de San Isidro, una arteria no muy larga que tiene 6 o 7 cuadras, cuyo valor radicaba en que unía el borde costero con una de las puertas de entrada de la muralla.
“El barrio se siente honrado de acoger la Casa Natal de José Martí, uno de los museos más antiguos de la ciudad de La Habana, fundado en 1925 con la contribución de la emigración cubana de Cayo Hueso, que ayudó a restaurar el inmueble y cambió el nombre de la calle de Paula por el de Leonor Pérez, la madre del Apóstol.
“En el terreno donde estaba ubicada la Casa de Recogidas, un establecimiento de mucha importancia en su tiempo desde el punto de vista de la beneficencia, se levantó en el siglo XX una institución cultural emblemática de San Isidro: el Archivo Nacional.
“En los últimos tiempos han tomado el barrio nuevos espacios culturales entre los que sobresale el proyecto Gorría.
“Hubo un intento, a inicios de la República, de cambiar el nombre a la calle por el de una personalidad de la política y la medicina, Enrique Núñez de Villavicencio, destacado por la labor de adecentamiento de la llamada eufemísticamente zona de tolerancia, que no era otra cosa que un espacio para los lupanares públicos que surgieron a partir de la primera ocupación norteamericana. Fue allí donde tuvo lugar la famosa saga de Yarini. Ese propósito no tuvo éxito. El saber y la memoria popular defendieron para la calle el nombre de San Isidro.
“Nada puede empañar la prestancia y la nobleza de esta porción de territorio habanero ni menoscabar su real trascendencia para la historia de la capital y del país. Ello debe llenar de orgullo a sus habitantes y convertirse en un antídoto contra la vulgaridad y cualquier intento de carácter anexionista que está condenado al fracaso en el barrio donde nació el Héroe Nacional de Cuba, nuestro José Martí”.
La Gaceta Oficial Extraordinaria No.69 publicó este jueves 19 resoluciones del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) que establecen los nuevos cambios en la distribución de los ingresos de la población en lo referido a los salarios, pensiones y prestaciones de la asistencia social, como parte del proceso de ordenamiento monetario que comenzará el próximo 1ro de enero.
A partir de ese día se quedará el CUP como única moneda y una tasa de cambio de 24 pesos cubanos por un dólar, tanto para la población como para el sector empresarial, según anunció el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez.
Detalles de las normas del MTSS:
El salario mínimo del país se eleva a 2 100 pesos mensuales.
Divididos en 32 grupos de complejidad, se establecen los salarios escalas, según régimen de trabajo y descanso. Las escalas parten de 1 910 y 2 100 pesos para aquellos que laboran 40 y 44 horas semanales, respectivamente, y se fija en la última escala 9 510 pesos para quienes trabajen 44 horas semanales.
La norma plantea que se mantendrán los pagos adicionales mensuales:
Por condiciones laborales anormales;
Por trabajar en turnos nocturnos y mixtos.
Por ostentar la categoría de Máster o la Especialidad equivalente reconocida por el Ministerio de Educación Superior, 440 pesos y por el grado científico de Doctor, 825 pesos, los que se reciben por una sola titulación, siempre que los profesionales desempeñen un cargo con exigencias de nivel universitario.
Coeficiente de interés económico social del treinta por ciento (30%) del salario básico para los trabajadores que laboran en el municipio de Caimanera, provincia de Guantánamo.
Para las profesiones que se certifican internacionalmente, 685 pesos.
Por impartir docencia en Salud Pública, para médicos, estomatólogos y otros profesionales que no ocupan plazas docentes.
A la vez, se dejan sin efecto para todos los trabajadores pagos adicionales mensuales como por ocupar cargos técnicos, por trabajar en los organismos globales y del perfeccionamiento empresarial en las entidades autorizadas a aplicarlo, entre otros.
La pensión mínima por edad e invalidez total del Régimen General de Seguridad Social, y de los regímenes especiales de los ministerios de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y del Interior, será de 1 528 pesos.
Las pensiones concedidas por el Régimen General de Seguridad Social se incrementan en correspondencia con una escala, que va de 1 528 pesos (para aquellos que cobren actualmente entre 280 y hasta 300 pesos) a 1 733 para quienes reciban de 446 a 500 pesos.
En la resolución se precisa que las pensiones superiores a 501 pesos mensuales, reciben un incremento de 1 528 pesos cada una.
Como parte del compendio legislativo está la Resolución número 33, que especifica sobre el régimen laboral en la inversión extranjera, y puntualiza que el pago del salario de los cubanos residentes en el territorio nacional y extranjeros residentes permanentes en Cuba que prestan servicios en las empresas, lo realiza en pesos cubanos la entidad empleadora, encargada de seleccionar y suministrar el personal que presta los servicios a las empresas.
El salario se fija por acuerdo entre la entidad empleadora y la empresa con capital extranjero teniendo en cuenta la complejidad, las condiciones del trabajo y requisitos adicionales de los cargos.
El salario acordado no puede ser inferior al que corresponde a cada cargo en la escala salarial vigente.
También hay otras resoluciones específicas para los trabajadores que ocupan cargos de las categorías ocupacionales de cuadros, técnicos, operarios, administrativos y de servicios, que laboran en los órganos locales del Poder Popular y sus unidades presupuestadas adscriptas y subordinadas.
Igualmente están las normas dedicadas al sistema salarial para los trabajadores que se desempeñan en cargos periodísticos en los órganos de prensa y en otras publicaciones no conceptuadas como tal; en el sistema de la educación general y media y de la Educación Superior, y en las instituciones asistenciales del Sistema Nacional de Salud.
A su vez se puntualiza el sistema salarial para los trabajadores de la actividad de ciencia, tecnología e innovación y el pago de los ingresos básicos mensuales a los atletas de alto rendimiento de las preselecciones deportivas nacionales, miembros de los equipos participantes de la Serie Nacional de Béisbol y sus reservas, contratados, según la categoría deportiva establecida por el Instituto Nacional de Deportes, Educación Física y Recreación.
Las cuantías a pagar por el suministro de la fuerza de trabajo entre la entidad cubana designada y el concesionario o usuario extranjero de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Los salarios mensuales de los artistas subvencionados de las manifestaciones de música, espectáculos, teatro, danza, circo, cine y animados, que tienen relación de trabajo en los sistemas de Cultura, Radio y Televisión, Turismo, Salud Pública y otras entidades autorizadas.
Para los cuadros de las instituciones culturales categorizadas por el Ministerio de Cultura y de los centros culturales pertenecientes a la Oficina del Historiador de la ciudad de La Habana.
Para el personal que forma parte de las dotaciones de los buques y embarcaciones de navegación de travesía internacional, de cabotaje y las que realizan sus actividades próximos a la costa y en las aguas interiores, pertenecientes u operadas por las empresas, unidades presupuestadas y demás entidades de los organismos de la Administración Central del Estado y los órganos locales del Poder Popular.
Por último, la Resolución 71 establece que el ingreso de los trabajadores se compone de una parte fija, que se corresponde con el salario escala según la complejidad del trabajo y los pagos adicionales aprobados y, una parte móvil asociada a los resultados que comprende:
a) Sistemas de pago a destajo;
b) distribución de utilidades; y
c) forma de pago por rendimiento que se aplica en las inversiones constructivas de los programas de desarrollo turístico y de la Zona Especial de Desarrollo Mariel.
Los sistemas de pago a destajo se basan en la medición de los gastos de trabajo a través de la cantidad de producción elaborada o servicios prestados; se prioriza su aplicación en los procesos y actividades que la naturaleza del trabajo lo posibilite, a partir de normas de tiempo o rendimiento y el salario se condiciona a la calidad del trabajo realizado.
Por: Miguel Ángel García Alzugaray/ Razones de Cuba
Foto: Razones de Cuba
Como divulgaran ampliamente los medios informativos nacionales e internacionales en octubre pasado, Cuba fue elegida para integrar el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, órgano compuesto por 47 Estados miembros, responsables de la promoción y protección de todos los derechos humanos en el mundo.
Pese a las campañas y presiones de Estados Unidos, la isla ocupa un escaño en ese órgano, entre los ocho reservados al Grupo de Estados de la América Latina y el Caribe.
Cuba fue elegida con 170 votos, el 88% de los miembros de la ONU, lo cual es un logro impresionante.
Como destacara en una publicación en Twitter el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla: “A pesar de la campaña de desprestigio, los logros de Cuba no pueden ser opacados”, dijo el canciller.
Miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos, que defenestró a la antigua Comisión de Derechos Humanos, Cuba fue elegida por quinta ocasión como miembro de ese órgano intergubernamental.
Una importante victoria en la arena internacional.
Al respecto, muchos analistas se preguntan cómo es posible que una pequeña isla como nuestro país asediada y bloqueada por más de 60 años por la mayor potencia imperialista de la historia que no vacila en difamar y mentir todos los días sobre la realidad cubana, pueda obtener una victoria tan importante en la arena internacional.
En mi opinión la respuesta es bien sencilla.
Cuba, a pesar de ser un país pobre y subdesarrollado sobre el que se ejerce desde hace más de seis décadas un genocida bloqueo económico, ha ponderado el derecho al desarrollo, a la vida, a la alimentación, al empleo, a la educación, la salud, los derechos de las mujeres de los niños y en sentido general los de todos los habitantes del planeta.
Son incuestionables los resultados alcanzados en nuestro país en la salud y la educación, el desarrollo logrado por la mujer cubana, el bienestar de nuestros niños, sobre la base de valores de igualdad y bienestar colectivo, lo que muestra que no basta con el reconocimiento, la promulgación y ofrecimiento de los derechos mencionados desde el punto de vista constitucional, sino que las garantías materiales de los mismos son las que en última instancia consolidan la obtención real de la dignidad plena del hombre.
Como resaltara el Ministerio de Relaciones Exteriores: “firmemente comprometido con la construcción de una sociedad cada vez más justa, con el bienestar del ser humano y la justicia social, nuestro país obtuvo el voto secreto, directo e individual de 170 miembros de la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas, como resultado del respeto y la admiración por la obra humanista de la Revolución cubana, principal garantía para el disfrute y la protección de los derechos humanos en la isla”.
De hecho y de Derecho con ese paso “se honró la autodeterminación y resistencia del pueblo cubano frente a los graves obstáculos y amenazas que provoca la política unilateral de hostilidad y agresiones y el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, que constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos y el principal obstáculo para el logro de metas superiores en esta materia”.
También es un reconocimiento –añadió la Cancillería en una nota– “de los avances significativos que las cubanas y cubanos han alcanzado en el disfrute de todos sus derechos y al amplio historial del país en materia de cooperación internacional en la esfera de los derechos humanos, demostrando, a través de hecho concretos, su inequívoca disposición al diálogo respetuoso, franco y abierto”.
“Cuba se conduce en el Consejo de Derechos Humanos con voz propia y constructiva, con su experiencia de país en desarrollo defensor del diálogo y la cooperación, contrario a los enfoques punitivos y la selectividad, en favor de la promoción y protección de todos los derechos humanos para todos”, destacó el Minrex.
Nuestro país es parte de 44 de los 61 instrumentos internacionales de DDHH, cuyo cumplimiento reporta a ONU.
A pesar de la campaña de desprestigio, los logros de Cuba no pueden ser opacados «Cuba ratifica su compromiso con la promoción y protección de todos los derechos humanos -indivisibles e interdependientes- para todos los seres humanos, sobre bases universales, objetivas y no discriminatorias»;
El tema de los derechos humanos se manipula por los EE.UA con fines políticos
Es de señalar que como planteara en un tuit el jefe de la diplomacia cubana, compañero Bruno Rodríguez Parrilla: es lamentable que en algunas ocasiones el tema de los derechos humanos se manipule con fines políticos. «Cuba se opone a la politización, la selectividad, los enfoques punitivos y los dobles raseros en el tratamiento de los derechos humanos», aseveró.
Avances y logros de Cuba reconocidos a nivel mundial
En mayo del 2018, la nación antillana llegó al Examen Periódico Universal de Derechos Humanos con avances y logros reconocidos a nivel mundial en salud, educación, cultura y participación en instrumentos internacionales que rigen este tema.
Asimismo, Cuba alcanzó en 2017 la tasa de mortalidad infantil más baja de su historia, 4,0 por cada mil nacidos vivos, cifra exhibida por pocos países en el planeta. También fue declarada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) como uno de los 15 Estados que en el mundo aplican las políticas básicas que garantizan el buen desarrollo cerebral de los niños.
El examen periódico constituye un mecanismo al que se someten en igualdad de condiciones los 193 Estados miembros de la ONU, y marca en buena medida la diferencia del Consejo de Derechos Humanos respecto a la Comisión de igual nombre.
El bloqueo yanqui contra Cuba la mayor violación de los Derechos humanos
Desde el triunfo de la Revolución el 1 de enero de 1959, las diferentes administraciones yanquis que se han sucedido han hecho lo imposible por hacer retornar nuestra Patria a las garras de la explotación imperialista.
Amenazas, chantajes, sabotajes e invasiones integran la larga lista de agresiones que hemos sufrido para seguir siendo libres e independientes.
En este rosario de crímenes horrendos contra nuestro pueblo se destaca el genocida bloqueo económico y financiero contra Cuba que el régimen fascista de Trump ha arreciado hasta niveles inconcebibles.
Desde que el corrupto oligarca de Trump llegó a la Casa Blanca tuvo en su mira los votos que le podría aportar la Florida para su reelección presidencial. Para lograrlo, se asoció a los sectores más repugnantes de la mafia anticubana que le exigieron arreciar la tradicional agresiva política norteamericana contra nuestro país.
Una estadística reciente muestra que su gobierno aprobó más de 200 resoluciones hostiles a la economía antillana, decretando la activación del Capítulo III de la Ley Helms-Burton, que ningún presidente de Estados Unidos había considerado conveniente implementar.
El canciller cubano, Bruno Rodríguez, afirmó que EE.UU. ha «recrudecido de forma extrema y sin precedentes» el bloqueo económico que mantiene contra la isla desde hace casi sesenta años, y que le ha generado pérdidas de más de 5.000 millones de dólares, entre 2019 y 2020.
«El bloqueo ha sido siempre criminal, un acto de genocidio y de guerra económica; pero la crueldad de su aplicación durante una pandemia es inédita», aseveró Rodríguez durante la reciente presentación del informe ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba’, que será votado en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) en mayo próximo.
Según el documento, desde abril de 2019 hasta marzo de 2020, el bloqueo ha causado pérdidas por el orden de los 5.570 millones de dólares, lo que representa un incremento de 1.226 millones de dólares con respecto al período anterior.
Esta es la primera vez que el monto total del impacto económico anual pasa de los 5.000 millones de dólares, «lo que ilustra hasta qué punto se ha intensificado el bloqueo en esta etapa», recoge el informe.
Durante casi seis décadas de aplicación de esta política alcanzan la cifra de mas de 140 mil 843, 4 millones de dólares.
Más presión contra Cuba
La interminable lista de medidas como las sanciones económicas y restricciones, incluye entre otras la limitación de los vuelos de aerolíneas estadounidenses exclusivamente a La Habana sin poder llegar a otras ciudades; sanciones para los buque-tanques que transporten petróleo a Cuba o para los mercantes que lo hagan con mercancías desde o hacia la ínsula, luego de lo cual durante seis meses no podrán amarrar en ningún puerto de EE.UU.
También comprenden la prohibición de hacer tierra en cualquier puerto cubano a los numerosos cruceros que surcan el Caribe; sanciones a los bancos que intermedien en el comercio exterior; y mas recientemente prohibición a las remesas que los cubanos residentes en territorio norteño puedan enviar a sus familiares.
Esta genocida política no resulta extraña, pues hace más de 60 años un alto funcionario de la Casa Blanca emitió un documento que se convirtió en modus operandis desde entonces contra la Cuba revolucionaria.
El 6 de abril de 1960 Lester D. Mallory, vicesecretario de Estado asistente para los Asuntos Interamericanos, en un memorándum secreto del Departamento de Estado definía: “La mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es mediante el desencanto y la insatisfacción que surjan del malestar económico y las dificultades materiales… hay que emplear rápidamente todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba…”
Y agregaba: “una línea de acción que, siendo lo más habilidosa y discreta posible, logre los mayores avances en la privación a Cuba de dinero y suministros, para reducirle sus recursos financieros y los salarios reales, provocar hambre, desesperación y el derrocamiento del Gobierno”.
Durante todos estos años, no pocos estudiosos, prestigiosas instituciones internacionales y medios de prensa, se preguntan por qué la destrucción del sistema político cubano se mantiene como una prioridad para los sucesivos gobiernos norteamericanos.
La respuesta puede darse en pocas palabras: se trata del temor a que las naciones del continente quieran seguir el sendero de una Cuba aceptablemente exitosa e independiente, no alineada a los dictados de la Casa Blanca, en la cual la observancia y protección de los derechos humanos es un paradigma internacional a imitar.
¡Ahí está la raíz que explica la permanente escalada de la infamia del imperialismo yanqui contra Cuba!
Por: Yunier Javier Sifonte Díaz/ Tomado de Cubadebate
La Dra. Anayansi Castellón estudia desde hace años temas relacionados con la ideología de la Revolución Cubana. Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.
Desde hace varios días la Revolución Cubana vive un nuevo capítulo en su larga historia de ataques para destruirla. Acostumbrada a las tensiones y a la mentira contra ella, ahora enfrenta un intento de manipular el espíritu crítico de un país y mostrarlo como punta de lanza.
En medio de un escenario matizado por las insuficiencias de la economía interna, las inhumanas presiones del bloqueo estadounidense y la pausa impuesta por la COVID-19, toma fuerza un discurso que incorpora, junto a los reclamos de un grupo de artistas y creadores honestos, símbolos atractivos y falacias encaminadas a tergiversar la realidad de la Isla.
¿Existe libertad de expresión dentro del Socialismo? ¿Qué función tienen el arte y el artista? Para la Doctora en Ciencias Filosóficas, Anayansi Castellón Jiménez, dedicada durante años a los estudios sobre la ideología de la Revolución Cubana y Jefa del Departamento de Filosofía en la Universidad Central “Marta Abreu” de Las Villas, responder esas interrogantes pasa por analizar el actual escenario desde el sólido corpus de la teoría marxista.
— ¿Cómo leer los acontecimientos de las últimas semanas?
— Un análisis general del escenario actual debe partir de una idea fundamental: este es un asunto esencialmente político. Muchas veces noto cómo algunas personas lo entienden solo como una cuestión individual, dado por circunstancias muy particulares, y creen que todo terminará si se cumplen un grupo de supuestas «reivindicaciones». Creo que no es así y el examen debe hacerse con más profundidad.
Estamos hablando de posturas políticas. Ese es un elemento importante. Por tanto, es un tema de lucha de clases y de supervivencia del proyecto de la Revolución Cubana, que es un proyecto socialista. Ahí existe un primer elemento a tener en cuenta.
La segunda cuestión radica en las particularidades de nuestro país. Hay que preguntarse qué es Cuba, qué representa la Revolución y cómo ha sido sometida de manera permanente a un asedio de las fuerzas del imperialismo.
El tercer asunto tiene que ver con la construcción de una sociedad socialista que no es perfecta, pero que sí ha demostrado ser mejor que el mundo capitalista, porque garantiza mejores cuotas de justicia. En tal sentido, es una sociedad en formación permanente, con un grupo de errores —soluciones económicas, corrupción, burocracia o conducción de los procesos— en los cuales los revolucionarios debemos trabajar de forma permanente.
— A menudo se escucha el término “libertad de expresión”. ¿Qué preceptos le dan forma y, sobre todo, qué hacer con esa libertad?
— La libertad siempre estará coartada, en tanto sus límites están determinados por la clase en el poder. La idea de la libertad total, al igual que la de democracia, es una gran falacia. Usted siempre tiene cuotas de ella y límites para disfrutarla. Ahora bien, la libertad socialista es más libertad para mayor cantidad de personas, pero eso implica una responsabilidad respecto al resto de los ciudadanos y el cumplimiento de las normas sociales.
En un pequeño sector de Cuba a veces se nota una tendencia, propia del mundo globalizado, vinculada a un cierto espíritu pequeñoburgués. Se ve sobre todo en un grupo de personas que no están en condiciones de digerir o encontrar detrás de esas doctrinas su verdadera esencial. Porque la ideología que nos vende el capitalismo, la noción de su democracia mejor, su pluripartidismo y también su libertad de expresión, son falacias.
Es pura ideología, en el sentido marxista de verla como falsa conciencia. Se trata de «verdades» de una clase social que se intentan construir como verdad de muchas personas.
Por eso a veces uno ve reclamos inconsecuentes o que no tienen anclaje directo en nuestra realidad. No porque no tengamos libertad de expresión, sino porque nuestras formas de libertad son otras; no porque no tengamos democracia, sino porque nuestra democracia es distinta. Ese espíritu también flota en la plataforma sobre la que se levantan un grupo de “reivindicaciones”.
— También se habla mucho de Palabras a los intelectuales…
— Hay elementos descontextualizados y no leídos en su totalidad. La frase más conocida de ese discurso es “dentro de la Revolución todo; contra la Revolución nada”. Allí Fidel analiza cómo el artista es incluso más libre que en el Capitalismo, porque su arte deja de ser un objeto para el mercado. También establece cuáles son los límites de la libertad de expresión y de creación en el Socialismo, y dice que la única frontera es precisamente la vida de la Revolución.
Durante ese discurso Fidel habla de tres tipos de artistas o intelectuales. El revolucionario, convencido de que la Revolución y el Socialismo son los caminos. También menciona al que no apoya las ideas de la Revolución, pero que es honesto y no está comprado por nadie ni responde a intereses extranjeros.
Finalmente se refiere a los que no son revolucionarios, y además tampoco son honestos. Y justo ahí llega el “dentro de la Revolución todo; contra la Revolución nada”. Entonces, desde discurso se desprende que la Revolución tiene el deber de incluir y respetar tanto a los creadores revolucionarios como a los honestos. Ese sigue siendo hoy el límite de la libertad en Cuba, la supervivencia de la Revolución. Y es precisamente ese elemento uno de los que está en controversia por estos días.
— ¿Cuál es el papel del arte y del creador en el Socialismo?
— El arte es una forma de la conciencia social. En ese sentido, también significa reflejar la realidad a través de otros códigos, y tiene un fuerte componente de la crítica, pero también de la espiritualidad. En el Capitalismo el arte se produce de forma más individual. En el Socialismo, en cambio, en tanto la producción artística se masifica y la cultura llega a una mayor cantidad de personas, adquiere un carácter más social, una mayor responsabilidad.
El arte además se nutre esencialmente de la cultura universal. Marx lo esclarece fácilmente cuando dice que la historia no es más que el paso de una generación que se levanta sobre la otra, y recibe de la anterior todo el acervo cultural de la humanidad. Por tanto, es inconsecuente un arte o artista que no conoce su pasado cultural, y que es incapaz de apropiarse de él, en primer lugar para respetarlo, y luego para legitimar sus nuevas posturas culturales.
Ahora bien, este análisis va más allá. No es posible crear una plataforma política en Cuba si usted no respeta a la bandera cubana, que es parte de nuestra cultura. Pero además, usted no puede inventarse un modelo que intente encontrar en los Estados Unidos —nuestro enemigo histórico—, un asidero político y económico. Si usted hace eso, está diciendo que el cubano es incapaz de pensar por sí mismo.
Padres fundadores de la nacionalidad cubana, como José Agustín Caballero, Félix Varela o José de la Luz y Caballero, nos enseñaron que podemos resolver los problemas por nuestra cuenta. Cuba tiene la capacidad suficiente para articular un proyecto de sociedad original y de nadie más, pero eso es imposible mirando al norte. Entonces te das cuenta que quienes defienden una agenda de injerencia desconocen toda la historia del pensamiento cubano, todo su acervo cultural.
Anayansi Castellón: «al Socialismo le es dado el diálogo, porque es más democrático en tanto existe mayor justicia social». Foto: Yunier Sifonte/Cubadebate.
— ¿Dónde quedan las fronteras entre el arte y la vulgaridad? ¿Quién legitima a un artista?
— La vulgaridad y la marginalidad nunca podrán ser arte, así como las ofensas tampoco. Cuba tiene excelentes muestras de dirigentes, sobre todo del sector obrero, que no eran grandes intelectuales ni poseían un profundo dominio teórico de las cosas, pero eran personas educadas, formados en el civismo necesario para relacionarse con el mundo.
Justamente ahí aparece el límite con la vulgaridad, en ese dominio de la cultura. Una persona que irrespeta a quienes lo rodean, que grite improperios o recurra a obscenidades, no es un artista.
A un artista lo legitima su obra de calidad, consecuente con sus ideas y su época. Nadie más. A los intelectuales de la República, claves en el movimiento de ideas que derivó en la búsqueda de una nueva sociedad, ¿quién los legitimaba sino su propia creación?
— El diálogo con aquellos intelectuales que no comprometen su obra con los enemigos de Cuba, ¿a dónde debería llevar?
— Debemos utilizarlo para sacar lecciones sobre el presente y aprovechar la visión crítica de los jóvenes e intelectuales honestos para fortalecer el país. Como mismo tenemos muchas cosas bien hechas y de las cuales estamos orgullosos, también existen elementos por mejorar. En eso debemos trabajar, sobre todo para evitar que su permanencia cree más dificultades, resquemores o alimente la falta de unidad. Ese es otro asunto esencial.
Como mismo sucede con la idea de pensar por nosotros mismos, el tema de la unidad transversaliza el pensamiento de la Revolución Cubana, desde 1868 hasta hoy. Esa unidad también incluye el diálogo con los jóvenes que tengan preocupaciones justas, y juntos enfrentar a quienes pretendan la manipulación y tener manejos inescrupulosos en los asuntos de la cultura u otros aspectos sociales.
Junto a ello, podríamos recordar a Antonio Gramsci cuando hablaba de la construcción de la hegemonía, esa capacidad de construir consensos desde el poder. Es una idea por fortalecer aun más. No podemos temer hablar de nuestros problemas para resolverlos en función del Socialismo. Como decía el propio Gramsci en uno de sus periódicos, la verdad siempre es revolucionaria.
Otro teórico indispensable para los tiempos actuales es el Che Guevara, porque si alguien abogó por la crítica oportuna dentro de la Revolución fue él. Y al Socialismo le es dado el diálogo, porque es más democrático en tanto existe mayor justicia social. Ese es el resumen, poner a conversar a quienes quieren mejorar Cuba. A los revolucionarios y quienes no compartan algunas de nuestras ideas, pero sean honestos. Justo como dijo Fidel.
— En el reciente debate entre varios creadores y autoridades de la cultura en el país, Alpidio Alonso decía que “Cuba debe ser un parlamento dentro de una trinchera”. ¿Esa es una de las claves?
— Es parte de la clave. Siempre hemos sido una trinchera y en ella hay que velar por el bien mayor: la independencia de Cuba. Nosotros comenzamos a ser país el primero de enero de 1959. Adquirimos forma en el mapa de la vida económica, política y cultural del mundo en esa fecha. Pero eso nos ha costado una lucha permanente.
El Socialismo no elimina de golpe la lucha de clases. Es un fenómeno presente. Debemos saber que es un sistema justo y en constante peligro, tanto por las fuerzas de dentro como las de afuera. Y el camino del éxito está en luchar contra nuestras imperfecciones y contra el enemigo externo que siempre nos acecha.
Por: Rolando Pérez Betancourt/ Tomado de Cubadebate
Foto: Archivo Granma.
Si bien con la llegada de la Revolución ningún presidente de Estados Unidos exhibió su mejor cara, a este que está a punto de irse habrá que despedirlo con un sonoro ¡solavaya!
Su rabia, distintiva de una casta que se alimenta del culto a la arrogancia, lo ha hecho merecedor del mayor repudio por parte del pueblo cubano. Simplemente, no hay quien se lo trague.
Y sin embargo, tanto afuera, como aquí adentro, no faltarán quienes lloren (ya están llorando) su partida, pues ella pudiera significar, además del comedimiento financiero en favor de una envejecida “causa cubana”, el desinfle de un sueño largamente acariciado.
No hablo solo del belicoso de San Isidro visto en la televisión masticando palabras como si fueran cristales para proclamar en inglés su “Trump 20-20”, sino de otros más escolarizados, y no menos soberbios, que pensaron que con el trumpismo podían cerrarse las brechas de una contrarrevolución aupada eternamente desde el Norte, cuando todavía los soldados rebeldes estaban en las montañas, y en las ciudades cualquier joven “revoltoso” –como lo llamaban lo esbirros– valía menos que una bala.
Son muchos años tratando de dar sentido a actitudes inexplicables, como que una mujer negra, vestida de blanco, a tono con un grupo de damas que ella representa y que –está probado– cobran por la bulla que hacen, llegue a Miami y, en el mismo aeropuerto, se desgañite pidiendo que no cese el bloqueo, se apriete el bloqueo, ahogue en vida el bloqueo a las mujeres y hombres de su país, incluyendo mi hijo (y muchos hijos) que ahora mismo se recuperan de una operación en un hospital cubano, donde los médicos se las arreglan para que no les falte nada y, si les falta, resolver de alguna manera.
Pero evitemos las emociones. Hace años, en un congreso de periodistas, medio en serio, medio en broma, dije que la culpa de las deficiencias que podía tener nuestra profesión la tenía el imperialismo. Ya la frase, de tanto utilizarse –no pocas veces con razón–, resultaba trillada y hubo risas. Recordé entonces que ha sido precisamente el acoso criminal de ese imperialismo el que obligó inicialmente a ser reservados, cautelosos, no ofrecer datos, contener las críticas a nuestros errores para “no darle armas al enemigo”, teorías y prácticas que, a la larga, se fueron entronizando y terminaron por hacernos daño, aunque de eso, por suerte, se va saliendo.
Un teórico defensor del liberalismo, Isaiah Berlin, amplio conocedor de la obra de Marx y Engels, recomendaba “leer al enemigo para poner a prueba la solidez de nuestra defensa” y poder “averiguar qué tienen de flaco, de débil o de erróneo las ideas en las que creo”.
Leo al enemigo y al que, no siéndolo, piensa diferente.
Llama la atención, sin embargo, que tanto lo que pudiera considerarse el “enemigo inteligente”, como el burdo, o el mero propagandista tarifado, suelen estar unidos por el mismo cordón umbilical de una intencionalidad desestabilizadora en lo que a la Revolución cubana concierne.
Para no hablar ya de las campañas apocalípticas, de las mentiras cotidianas y la manipulación de la verdad como lo más natural del mundo. O de la llevada y traída posverdad, enmascaramiento sensiblero encaminado a modelar la opinión pública y conducirla por un laberinto de tergiversaciones, donde todo lo que huela a socialismo es alma que se lleva el diablo: ¡Vade retro, Revolución!, que frente a ti todos los ataques son válidos.
Rialta Magazine es una revista digital donde leía interesantes trabajos sobre sociedad, arte y cultura. Sin abandonar su perfil ecuménico, la publicación empezó a llenarse de trabajos teóricos que, desde una discursiva artística, apuntaban directamente al corazón de la Revolución cubana: cine, literatura, artes plásticas, ríos de tinta, como se decía antes, no a partir de la ética razonable que aporta luces y convida al debate, más bien desde una intencionalidad conspiranoica de tintes políticos que empalaga a cualquiera que busque objetividad en los análisis.
Fue en esa revista donde me enteré de que Otero Alcántara era un artista. No en un trabajo, sino en varios y firmados por personas supuestamente avezadas en el terreno de la interpretación. Toda una orfebrería de la hermenéutica empeñada en hacer creer que, si una vez hubo una vanguardia transgresora, en ese mismo cauce contemporáneo clasifica el hombre de la bandera cubana defecando en un inodoro.
Palabras y más palabras, citas, artilugios del lenguaje, conceptos de extremidades torcidas, como si en un colchón de lucha libre tuvieran lugar los alegatos. Y mientras leía me acordaba del gran Caravaggio, tan escandaloso en la vida pública como en su obra, que sin ser un bocón fabricado para ¿cambiar sistemas sociales?, hasta con la policía se las tuvo que ver debido a su carácter irrefrenable. O en Dalí, acaso el más impúdico y extravagante de aquel grupo de genios donde Picasso revolucionaba. Artistas todos, claro.
“El ritmo de la historia de las artes no es sociológico ni político, sino estético”, dijo certeramente Milan Kundera, anticomunista y buen escritor.
¿Estética, arte?, cabe preguntarse, viendo desnudarse ruidosamente al hombre envuelto en la bandera, al que algunos especialistas le aplauden “artísticamente” cada contorsión o escandalito político que elucubra, y del cual se alimentan los cazadores del “infortunio cubano”, encargados de venderlo al mundo como si de un nuevo Caravaggio se tratara, mientras el bloqueo no es lo suficientemente impactante para aparecer en titulares.
Cierto que el arte y la cultura tienen complejidades que parecieran nunca dilucidarse porque los pensamientos aleatorios pueden ser tan múltiples como contradictorios, y está muy bien que exista ese conflicto intelectual que enriquece, pero el gato por liebre ofende y las ingenuidades se pagan.
Lo que no quiere decir que, en el río revuelto de jóvenes y menos jóvenes reunidos frente al Ministerio de Cultura, falten ideas y proposiciones dignas de ser discutidas sin perder la percepción necesaria para captar lo legítimo, apartar la hojarasca, y frenar lo contrarrevolucionario.
Por todo ello, ¡solavaya! para el mandatario del Norte que se está yendo, y para cuantos, en el terreno del pensamiento y las acciones por venir, convierten la dichosa sinceridad de la que tanto hablara Rodin, en un engaño.
Este sitio es un repositorio de materiales que desmontan las Fake News contra Cuba. Fue creado por jovenes periodistas, diseñadores, comunicadores e informáticos. Interesados en defender a nuestro país de las campañas difamatorias en su contra.