
Por Idalberto Aguilar Macías
¡ Quien dice que el Granma se ha detenido, quien dice que el Titán ha colgado el sable, sólo ha expresado que no quiere cargo. Un revolucionario no descansa ni en la tumba, porque sus ideas lo mantienen despierto. Ha sido 62 años junto a sus hermanos, no sólo con la soga al cuello sino sobre el filo de una navaja.
¡Quien no sabe de dónde viene, poco podrá entender el sacrificio de Martí, Baliño, Mella, Marinello, Blas Roca, Fidel, que le puede interesar los destinos de un pueblo.
De que mi Presidente no sea devoción de los mal agradecidos, poco importa, pero le confieso que tiene los pies sobre la tierra y el corazón con los humildes. Quien sólo piensa con el estomago jamás podrá ver más allá de las manchas del sol y solo percibirá la brisa, para reaccionar como la banderola, hacia donde le dé el aire.
Seguro General, que en su nuevo puesto de trabajo recibirá el respaldo de millones de sus hijos, quien decida marcharse física y mentalmente, sea quien sea poco valdrá en esta historia. Sabemos que la misión de un Revolucionario nunca será fácil, seguiremos navegando, desatando poderosas fuerzas internas como externas, pero seguro de nuestro rumbo.
Ya nuestra soberanía e independencia nos ha brindado suficiente talento e inteligencia, como para entender que solo de pan no vive el hombre. Ya estaremos vacunados General no sólo contra la Covid-19, sino contra los apóstatas.