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Por Marcos Torres / Las Torres de Marcos
Alguien dijo una vez que “una mentira, repetida muchas veces, llega a convertirse en verdad”, pero es que no se puede tener engañado a todo el mundo todo tiempo.
Digo lo anterior porque parto del criterio de que esta guerra que se nos hace (¡gracias Martí!) es de pensamientos, y como parte de esta encarnizada lucha ideológica que se nos presenta en estos tiempos de cambio y de restablecimientos no podemos dejar de mencionar que además el terreno en si es sucio, más si tenemos en cuenta que el enemigo (quiéranlo o no algunos “indefinidos” o “rosaditos”) pondera valores antagónicos a los nuestros, que ponen de relieve lo más negro y vil de los seres humanos. Sigue leyendo