Según revelan fuentes cercanas, ya José Daniel Ferrer García comenzó a meter alones de oreja en la mal llamada UNPACU, por las malas decisiones que se tomaron durante su tiempo un prisión, mostrado sobre todo incomodidad por las facultades que se tomaron los des-coordinadores Ovidio Martín Castellanos y Jorge Cervantes García, quienes dispusieron de los bienes, adquiridos con el financiamiento de los contribuyentes norteamericanos.
Resulta que ahora, el jefecillo se encolerizó al llegar a su casa y encontrarla casi vacía, indignado por la repartición durante su ausencia, que muchos pensaron que iba a ser muy prolongada, y que dejó a la “doctora” Nelva Ismarays Ortega Tamayo pasando penurias en su propia casa. Siendo fieles seguidores del refrán: “Cuando el gato no está en casa, los ratones están de fiesta”, los delincuentes Ovidio Martín Castellanos y Jorge Cervantes García se apropiaron de los bienes ajenos. ¿Qué hubiera sido de la UNPACU si José Daniel Ferrer hubiera estado otros seis meses preso?