Etiquetas
#EEUU, “Revolución de las Rosas” en Georgia, Carta 77, CIA, CNN, Cuba Posible, el Instituto Nacional Demócrata para Asuntos Internacionales, el Instituto Republicano Internacional, Instituto Albert Einstein, la Casa de la Libertad (Freedom House), la Fundación Nacional para la Democracia (NED), Open Society, Otpor, Usaid
Por Yeniel Cabrera Duardo/(Razones de Cuba)
Al observar algunos acontecimientos recientes me afloraron al instante estos cuentecillos que en cada oportunidad mi abuelo narraba para ilustrarme con mayor claridad fenómenos, comportamientos y actitudes cercanas muy reales. Recuerdo que las unía con los refranes populares y por ejemplo, a veces me decía: “todo lo que brilla no es oro” e instantáneamente repetía “has escuchado la fábula de El lobo y el labrador”, contándola de inmediato, a pesar que ya me la hubiera repetido otras veces:
“Llevó un labrador su yunta de bueyes al abrevadero. Caminaba por ahí cerca un lobo hambriento en busca de comida. Encontró el lobo el arado y empezó a lamer los bordes del yugo, y enseguida y sin darse cuenta terminó por meter su cabeza adentro. Agitándose como mejor podía para soltarse, arrastraba el arado a lo largo del surco. Al regresar el labrador, y viéndolo en esta actividad le dijo: — ¡Ah, lobo ladrón, que felicidad si fuera cierto que renunciaste a tu oficio y te has unido a trabajar honradamente la tierra!”
Y terminaba diciendo, “Moraleja: aunque parezca que los malvados actúan bien, su naturaleza los delata; nunca debes creerles aun cuando se haga pasar como bueno”.
Hoy nos quieren imponer todo lo contrario: el lobo villano convertido en cordero, cuando presentan con pasmosa naturalidad a la organización Open Society (Sociedad Abierta), como una caritativa e inofensiva organización que financia y acoge a un minúsculo grupo de personas que desde esta isla fueron a debatir en Nueva York el futuro de Cuba, entre extranjeros y emigrados. Es imposible hablar de la Open Society, sin mencionar su dueño: George Soros.

Gráfica tomada de “Razones de Cuba”
Soros, que es la encarnación perfecta del “lobo” de las fábulas, tiene un interesante historial en la financiación de grupos de oposición a gobiernos socialistas, progresistas o simplemente que contravengan sus intereses capitalistas. Porque hay que decirlo, por esencia, él mismo se cataloga como un capitalista ferviente, defensor a ultranza del liberalismo económico, doctrina para la cual el Estado sobra y que Soros se ha encargado de impulsar y apoyar en todo el mundo a través de sus donaciones económicas y fundaciones integradas en Open Society. Sigue leyendo