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Contraloría General, Ilegalidades, Tribunales, Combustibles, Corrupción, Cuba, economía, Fiscalía, Robo
Por: Oscar Figueredo Reinaldo, Dianet Doimeadios Guerrero, Yunier Javier Sifonte Díaz, Edilberto Carmona Tamayo, Lisandra Romeo Matos, Abel Padrón Padilla

Central Eléctrica Diésel de Berroa, en La Habana. Foto: Abel Padrón Padilla/Cubadebate.
El delito se abrió paso entre las malezas. La oscuridad, la endeble cerca perle que “protegía el lugar de los hechos” y la idea de “pasar gato por liebre” favoreció a los malhechores.
Casi 2,5 millones de litros de diésel, el combustible necesario para electrificar 51 mil 714 viviendas durante un mes —según cálculos conservadores de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE)—, se “filtraron” del emplazamiento de grupos electrógenos ubicado en el callejón Kilómetro 12 ½ del Reparto Santa Fe, en Guanabacoa.
Todo estaba “bien calculado”. Los jefes de turnos, junto a custodios y operarios encargados de activar los sistemas para la generación de energía eléctrica, manipulaban fraudulentamente el mecanismo diseñado para la actividad, con el fin de emplear menor cantidad de petróleo que la planificada, cifra que nunca dejó de ser reportada como consumida. Por lo tanto, cada día se apoderaban de la diferencia.
Por los trillos que llevan hasta el improvisado caserío, en carretillas o vagones de construcción, transportaban los tanques de 20 y 25 litros hacia las viviendas colindantes. El negocio era “redondo” y no pocos se “mojaron” las manos. Sigue leyendo