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#BarackObama, #LeyAjusteCubano, 1994, Congreso EEUU, Cuba, Emigración, Ley de Ajuste Cubano, Mariel, Política de pies secos y pies mojados
Por Enrique Milanés León*
Ha sido tanto el polvo caído sobre ellas que muchos no recuerdan cómo el sinsentido de la Ley de Ajuste cubano comenzó con maletas: las que alistó, confiada en su «rápido» retorno a Cuba —según ella, también el país regresaría a 1958 y más atrás—, la derecha batistiana que, al triunfar la Revolución, llegó en aviones y yates de recreo a su querida Mamita Yunai.
Muchas maletas después, en 1966, el Congreso estadounidense otorgó al Fiscal General un poder discrecional para «ajustar» la situación legal de aquellos miles de seres varados entre la patria dejada y el país de adopción escogido pero, al cabo, las propias autoridades norteamericanas vulgarizaron el mecanismo al hacer automáticos los privilegios migratorios a cualquier cubano que, por cualquier método, arribara a sus orillas con una especie de password verbal: «soy un perseguido del régimen». Sigue leyendo