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Cámara Baja de EE.UU., Centro para la Innovación en Gobernanza Internacional, CNN, Donald Trump, Estados Unidos, Facebook, Instagram, Julian Assange, Kristinn Hrafnsson, Mark Zuckerberg, Nancy Pelosi, Sheffield Doc/Fest, Wikileaks
Por M. H. Lagarde
El pasado martes, ante un grupo de corresponsales extranjeros acreditados en Londres, el editor jefe de Wikileaks, Kristinn Hrafnsson, aseguró que el caso de Julian Assange, encarcelado en Reino Unido y reclamado por Estados Unidos, forma parte de una conspiración contra la libertad de prensa.
No se trata de un caso aislado, dijo el periodista islandés y agregó que los recientes ataques a medios en California, Estados Unidos, los registros efectuados por la Policía Federal en la sede de la cadena ABC, en Sydney, Australia, y la encarcelación del informático sueco Olin Bin, en Ecuador, formaban parte de una estrategia global para acabar con el periodismo investigativo.
Lo más preocupante, sin embargo, es que, en estos tiempos, más que la “libertad” de prensa o el periodismo de investigación, lo que parece en peligro de extinción es la verdad misma. Mientras se encarcela a la verdad, en la figura de Julian Assange, la mentira se desencadena y prolifera como nunca antes en los medios informativos y las redes sociales. Sigue leyendo