Etiquetas
#Cuba, #SantiagodeCuba, #UNPACU, José Daniel Ferrer, mercenarios, Yadira Escobar
Por YADIRA ESCOBAR
Como un gato enfermo de sarna que se torna agresivo y no tolera a nadie hasta que sea curado, los disidentes de UNPACU no toleran a sus vecinos en su enfermedad antisocial. Porque han evolucionado con astucia felina creando un mecanismo de “búsquedad” egoísta de la felicidad (buscar bienes de cualquier forma para sobrevivir) que no requiere civilizarse necesitan ser curados. El síntoma más destacado de su enfermedad es la intolerancia a las ideas contrarias. Aceptar opiniones ajenas no traería dinero así que se descarta toda práctica no lucrativa y los patrocinadores en el extranjero dicen muy claro lo que el opositor cubano debe hacer.
No se permiten iniciativas ni se puede ser muy original en la disidencia asesorada, y el disidente que se aventura por su propio camino puede que no reciba ni dinero ni visas para pasear. Imagínense como ejemplo que exista un cuenta-propista que se dedica a la cría de cerdos para vendérselo a varios paladares, y que al ver crecer el islam en Cuba vea amenazado su negocio y se enoje con las buenas relaciones de Cuba con ciertos países musulmanes porque este criador de puercos se imagina que desde sus embajadas en la Habana estos países promuevan el crecimiento de dicha religión en la isla y por consiguiente va a disminuir el consumo de puercos. Este señor se frustra y se convierte en un disidente que cuestiona al gobierno cubano por permitir la expansión del islam en su país ¿Creen ustedes que la prensa Miamense le dará mucha publicidad a ese hipotético disidente? Por supuesto que no, porque no encaja en el diseño fabricado para la opinión pública. Por esta razón, la UNPACU siempre ofrece la misma cansona pero violenta estupidez…año tras año…violencia y más violencia en las calles y un discurso copiado de los días de la guerra fría.
Politizar broncas callejeras entre machistas dándose puñaladas no sólo es de mal gusto, es una difamación, porque todo lo malo que vemos en Cuba es mas bien la cara fea del capitalismo, asomándose gracias a la acción de la Falsa Izquierda en Cuba y la derecha liberal en el exterior. Los delincuentes que se hacen pasar por “periodistas” y “activistas” de la UNPACU, son una expresión del viejo hombre capitalista que no cree en nada y que vende la dignidad del ser humano para fines políticos—mercenarios. Sigue leyendo